Para la edición de Más allá de los hechos del 5 de mayo, Estéfani Espín entrevistó a tres figuras públicas y políticas de Venezuela y Ecuador con quienes desarrolló un panorama sobre la crisis que afronta ese país. Los invitados fueron: Ángel Lugo, politólogo, miembro de la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela (MUD); Isabel Terán, presidenta del Comité de Solidaridad con Venezuela en Ecuador; José Ayala Lasso, excanciller del Ecuador y exembajador de Ecuador ante las Naciones Unidas.

CNN en Español

La propuesta de Constituyente del Gobierno venezolano es comunal 

Para Ángel Lugo, miembro de la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela, lo que propone el presidente Nicolás Maduro no es una Asamblea Nacional Constituyente sino una Asamblea Constituyente Comunal, figura que -según manifestó- no existe en la Constitución de su país. Para crear una nueva Carta Magna, el pueblo venezolano tiene tres instancias de decisión: mediante referendum el pueblo aprueba la propuesta, el pueblo decide quienes son los constituyentistas y finalmente cuando está elaborada, el pueblo la aprueba mediante el voto. Según Lugo nada de esto se está cumpliendo, por ello, el MUD ha manifestado claramente su oposición.

La oposición es quien ha desencadenado la violencia en las protestas

Isabel Terán, presidenta del Comité de Solidaridad con Venezuela en Ecuador, considera que el Gobierno de Nicolás Maduro ha garantizado los derechos de sus ciudadanos y ha tratado de tomar decisiones en vías de la paz. Aseguró que lo sucedido en el país vecino responde a lo ocasionado por la oposición, pues considera que la violencia y el ultraje de los derechos a la vida fueron generados principalmente por los líderes de oposición como Leopoldo López. No niega que el Estado ha debido intervenir para frenar la violencia pero sostiene que se han hecho los esfuerzos necesarios para dialogar, aunque los opositores obstaculicen los caminos de conversación.

El Estado debe garantizar una vida democrática

Para José Ayala Lasso, excanciller del Ecuador y exembajador ante las Naciones Unidas, la salida de Venezuela de la Organización de Estados Americanos (OEA) es un asunto de análisis en cuanto, el Estado de cada país es quien debe velar por la seguridad de una vida democrática. La desafiliación -afirmó- podría traer consecuencias a largo plazo. Aunque presentando el documento ante la Organización, su salida estaría apenas en dos años. Señaló que los derechos van más allá de los tratados y es por eso que observa que en Venezuela el cierre a los diálogos genera que las calles se llenen de protestas como consecuencia de ese caso omiso.