Ternura, esperanza y alegría fueron característicos en los rostros de los niños y jóvenes de la fundación “El Triángulo” que conmemoró, hoy, el Día Mundial de las personas con Síndrome de Down.

El Telégrafo

Hasta este lugar -creado hace 24 años- llegó Rocío de Moreno, presidenta del Comité Plan Toda una Vida, para compartir varias actividades que desarrollan a diario los 156 alumnos, entre ellas teatro, baile, arte y deportes en una edificación adecuada para su formación.

Uno de los objetivos de esa Fundación es reinsertar en la vida laboral a los chicos que aquí se educan. “Queremos un mundo inclusivo en el que todos nos sintamos iguales”, expresó Rocío de Moreno. En este camino se encuentra Vanesa Mosquera, de 24 años, quien labora en una farmacéutica hace cinco años. La Fundación ha sido un puntal fundamental para su desarrollo.

“Me llevo súper bien con mis compañeros de trabajo”, expresa la joven quien forma parte de un grupo de 64 alumnos que trabajan en varias empresas. Cuidar a un niño con Síndrome de Down es una tarea que requiere mucho amor y ternura, por eso, la visita de la esposa del Primer Mandatario, junto a otras autoridades, emocionó a Julia Sánchez, mamá de Arón de 5 años de edad.

“Es un incentivo para nosotros y así saber que no estamos solos”, afirmó. “La visita de Rocío de Moreno es maravilloso porque además podemos demostrar todo lo que estamos haciendo por lograr una verdadera inclusión de las personas con Síndrome de Down en el mundo laboral y cambiar ese chip en la gente para que se involucren más con las personas con discapacidad”, afirmó Nancy de Maldonado, presidenta de la Fundación El Triángulo.

El 80 por ciento de los niños que se educan en “El Triángulo” son de escasos recursos económicos y por ello algunas instituciones del Estado como los ministerios de Inclusión Económica y Social y Educación han apoyado, desde sus ámbitos de acción, a las personas que asisten a esta y otras fundaciones que trabajan con personas con discapacidad.

El Gobierno trabaja en una atención integral de las personas con discapacidad, es decir en temas de salud, inclusión, recreación, trabajo, entre otros. “La Misión Manuela Espejo vino a cambiar la manera de tratar a las personas con discapacidad. Hemos retomado este trabajo y ahora la hemos llamado Misión Las Manuelas, y ahora estamos recorriendo el país para actualizar los datos que han estado bastante descuidados”, afirmó Rocío de Moreno.

Este día, Rocío de Moreno y varias autoridades que le acompañaron en este recorrido se unieron a la campaña mundial para vestir calcetines de distintos color, para demostrar el respeto a la diversidad.

Fuente: El Telégrafo