El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este martes ante la Asamblea General de la ONU que los llamados estados "paria" representan una amenaza a la estabilidad de todo el mundo.

EFE

«Regímenes paria representados en este cuerpo, no solo apoyan el terror sino que además amenazan a otras naciones y a su propia gente con las más destructivas armas conocidas por la humanidad», dijo Trump, en referencia a Corea del Norte.

En la Asamblea también se encuentra el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, acompañado por una comitiva de cuatro personas, entre ellas su esposa, Rocío González de Moreno, presidenta del Comité Interinstitucional del Plan Toda una vida.

Millones de personas en todo el mundo temen la posibilidad concreta del estallido de un conflicto nuclear con Corea del Norte, advirtió este martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

En su discurso de apertura de la Asamblea General, Guterres dijo que el uso de armas nucleares es «impensable» y aún la amenaza de su uso debería ser condenada, porque «el miedo no es abstracto».

«Millones de personas viven bajo la sombra generada por las provocativas pruebas nucleares y misilísticas en la República Popular y Democrática de Corea», expresó el diplomático portugués.

En un alerta sombrío, Guterres dijo que «no podemos caminar como sonámbulos hacia una guerra». Para el secretario de la ONU, la retórica agresiva puede conducir a «malentendidos fatales», y por lo tanto señaló que «la solución debe ser política».

En su discurso, el secretario general de la ONU enumeró varias de las amenazas que identifica como las más graves para la estabilidad mundial.

En ese sentido, también mencionó la continuidad de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, para mencionar explícitamente a Birmania.

Guterres urgió a detener en ese país las violentas acciones militares contra integrantes de la comunidad musulmana de los rohinyás ya provocó una fuga en masa hacia Bangladés.

También se refirió a la «amenaza global del terrorismo», que sigue cobrando un saldo «de muerte y devastación». En este sentido, Guterres pidió «una cooperación internacional más fuerte», especialmente para atender a las «raíces de la radicalización, incluyendo injusticias reales o percibidas como tales».

Fuente: El Universo