Las recientes declaraciones del expresidente Rafael Correa sobre que la discapacidad del actual mandatario, Lenín Moreno, le provocó una "amargura" que le lleva a actuar de manera "patológica" contra él, han hecho aflorar las críticas por parte de altos cargos el Gobierno ecuatoriano.

El Telégrafo

El ministro de Economía, Richard Martínez, indicó al respecto que «la calidad humana de las personas se evidencia en sus acciones» y tachó de «reprochables» las «bajas expresiones» de Correa, antes de asegurar que «al margen de nuestras diferencias, estoy convencido que los ecuatorianos no compartimos ese tipo de criterios».

Por su parte, el secretario particular de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán, afirmó que con las manifestaciones, el exmandatario «demuestra, una vez más, su bajeza, cobardía y amargura».

El titular de Trabajo, Raúl Ledesma, bajo la etiqueta «YoMeIndigno» en Twitter, aseguró que «todo ciudadano merece respeto e igualdad» y desde su cartera rechazó «cualquier acto de discriminación».

La Cancillería también condenó los hechos y afirma que «Ecuador es un país que promueve el respeto y los derechos humanos de todas las personas». Poco antes, la Secretaría de Comunicación emitía a primera hora un comunicado que recogía un pronunciamiento del ministro de Vivienda y presidente del Consejo de Igualdades, Xavier Torres, en el que se mencionaba que las afirmaciones vertidas por Correa en una entrevista con el medio español El Diario, reflejan la «pobreza de corazón» de Correa.