El exvicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, es uno de los candidatos que correrá para la presidencia de Ecuador, en los comicios que se desarrollarán el próximo mes de agosto. En Notimundo al Día, explicó que aún no se define la fuerza política por la que se postularía, pero insistió en que la prioridad es el proyecto que tiene para el país, que abarca, principalmente, las áreas de seguridad y de inversión social.

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En Notimundo al Día, Otto Sonnenholzner agradeció la invitación extendida por el partido Avanza y el movimiento Suma, para ser su candidato presidencial en las elecciones que se celebrarán el próximo 20 de agosto de 2023, luego de que el presidente Guillermo Lasso decretara la «muerte cruzada» y disolviera la Asamblea Nacional, lo que contempla el anticipo de los comicios.

No obstante, aclaró que todavía está pendiente concretar la propuesta que será presentada por miembros de estas fuerzas políticas, y donde estaría su nombre como principal candidato a liderarla.

Sobre quién sería su posible binomio a la presidencia, el exvicepresidente de la República explicó que el perfil que se requiere es alguien «que crea en lo que está haciendo» y que aporte de forma «contundente» a los esfuerzos del Gobierno.

«Debe tener la capacidad de gobernar, que es realmente su única función, en caso de ausencia del Presidente», recordó. No adelantó los posibles nombres de quienes serían las personas idóneas para el cargo.

Sus ejes de trabajo, afirmó, se enfocarán en áreas como la seguridad, para lo que se ha preparado en Estados Unidos durante el curso de su maestría, que está por culminar. Allí se ha reunido con expertos en el tema para plantear las soluciones que Ecuador requiere, por lo que señaló que ese sería el tema macro que representa la prioridad en su eventual mandato.

El control de las cárceles será fundamental para que exista paz en las calles, apuntó Otto, y, de ser necesario, se construirían nuevas prisiones para frenar los enfrentamientos entre bandas rivales y dar abasto a la cantidad de delincuentes que permanecen recluidos.

Además, apuntó que la fuerza pública recibirá dotación de los implementos necesarios para combatir el crimen, para que la población no deba armarse, sino que los criminales sean desarmados. Uno de los pilares fundamentales para un trabajo exitoso, añadió, será el mejoramiento de las capacidades tecnológicas.

Además, Sonnenholzner resaltó la articulación interinstitucional que debe existir para dar seguimiento a los procesos judiciales vinculados al tema de seguridad. «No solo hay que garantizar la integridad de jueces y fiscales, sino detectar a tiempo quiénes están haciéndole el juego a la delincuencia», apuntó.

Sin embargo, explicó que nada de esto tendrá resultados si no se hace una inversión social en las zonas más conflictivas del país, por lo que se enfocará en brindar mayores oportunidades de estudios y empleos, con lo que se buscará poner punto final al problema estructural que afecta al país.

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