Una organización delictiva que, según la Policía, se dedicaba al robo de viviendas y personas en las provincias de Chimborazo, Azuay y Loja fue desarticulada en el operativo denominado Impacto 357.

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Según los uniformados, los integrantes de esa banda amenazaban e intimidaban para someter a las víctimas y sustraerse objetos de valor. Luego escapaban en varios vehículos.

El general Enrique Espinoza de los Monteros, director nacional de Policía Judicial e Investigaciones, informó que en un operativo se detuvo a siete personas y se allanaron nueve inmuebles. Dos ubicados en Riobamba, uno en Cuenca y seis en Loja.

En el operativo intervinieron uniformados de la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) con el apoyo técnico y táctico del Grupo de Operaciones Especiales, Criminalística, Dinapen, entre otros. Durante las investigaciones, los policías establecieron los roles y funciones de cada integrante de la agrupación.

“Su móvil delictual se basaba en la obtención de información de posibles lugares a violentar y luego de realizar las verificaciones y reconocimientos, procedían bajo amenazas e intimidación a someter a las víctimas y sustraer todos sus bienes muebles y objetos de valor”, se informó en la Policía Nacional.

Los uniformados aseguran que hallaron evidencias: tres vehículos, 14 electrodomésticos, siete terminales móviles, cuatro televisores, 10 perfumes, relojes, dos cuadros, entre otros. En la Policía investigan si los siete detenidos tienen vínculos con otro grupo delictivo apresado el pasado 11 de septiembre del 2018 en Loja.

Ese día, los agentes apresaron a tres hombres que se movilizaban en un vehículo sin placas y que se dedicaban al robo de domicilios. Según los uniformados, en poder de los sospechosos había una pieza de hierro fundido (pata de cabra), un desarmador, guantes y otros objetos sin documentos de respaldo.

Fuente: El Comercio