Al menos 26 reos se habrían fugado de la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, según información extraoficial. Sin embargo, luego de un día del hecho, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (Snai) no ha confirmado ni ha entregado más detalles de la cifra oficial. Mientras que, el ministro de Interior, Juan Zapata, asegura que la Policía y las Fuerzas Armadas mantienen el control de ese centro penitenciario y que, tras varias inspecciones, se constató que “no existen novedades”.

Créditos: Twitter minstro del Interior, Juan Zapata

La noche del 16 de noviembre, el Snai confirmó una alerta de fuga de 5 personas privadas de la libertad. No obstante, mencionó que el hecho se estaba investigando en coordinación con las instituciones respectivas. Horas más tarde, este 17 de noviembre, la entidad emitió un comunicado en el que señaló que realiza la verificación en la Penitenciaría del Litoral con el fin de «corroborar la presencia de las personas privadas de libertad» tras las alertas recibidas. Para esto, el ministro Zapata y el director de la institución, Guillermo Rodríguez, realizaron un recorrido en el que constataron que «las actividades se desarrollan con total normalidad».

“El Snai nos ha indicado que están haciendo una actualización de sus datos y le corresponde a este organismo rector, responder inquietudes”, dijo el ministro Zapata en una rueda de prensa en la que agregó que el control interno y externo de la Penitenciaría del Litoral es “absolutamente normal”.

En Notimundo Estelar, Wagner Bravo, exjefe de Estado Mayor del Ejército y experto en seguridad, recomendó la privatización de las cárceles “hasta que el Estado sea el real actor de soberanía” en el interior de las mismas.

Agregó que si el Snai cometió un error, al informar la supuesta fuga, este no se puede esconder “para evitar ser cuestionado” e insistió en que estos acontecimientos evidencian quién tiene el control. “Está institucionalizado el desorden, la desorganización y posiblemente la corrupción en las cárceles”, sostuvo Bravo.

Además, exhortó a las autoridades a rendir cuentas sobre la realidad de lo que está pasando en el sistema carcelario. “Alguien tiene que dar la cara para decir a los ecuatorianos ‘esto pasa’ para ver si alguien más nos ayuda”, recalcó.

El hacinamiento que viven los internos en las cárceles del país, es otro de los motivos que impide que las autoridades tengan un control del número de reos. Por este motivo, Bravo calificó como “grave” a la actual administración del sistema penitenciario.

Para Bravo, la corrupción en el interior de las cárceles es un tema que ya está institucionalizado y eso, viene de un fortalecimiento de la capacidad de las personas privadas de la libertad para “mandar y hacer lo que quieren en las prisiones”. Por esta razón, bravo dijo que “cuando la corrupción ya es sistemática, quiere decir que hay un poder que está fuera, incluso, de los alcances de los internos y aquellos que lo controlan”.

Recomendó que esta problemática hay que cortarla de raíz mediante la aplicación del poder del Estado para que vuelva la soberanía en los centros penitenciarios. “Si el problema no se puede solucionar, busquemos un asesoramiento internacional, real y a largo plazo y, si es que hay que privatizar, privaticemos hasta que el Estado sea el real actor de soberanía al interior de las cárceles”, finalizó.

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