Un sismo de magnitud 6,9 afectó el viernes al archipiélago de Hawái en las laderas del volcán Kilauea, cuya erupción la víspera provocó flujos de lava, nubes de cenizas rosadas y emanaciones tóxicas.

El Telégrafo

El temblor se registró a las 22H32 GMT a una profundidad de 5 kilómetros y a 16 km de Leilani Estates, una de las localidades donde las autoridades se movilizaron para poner a centenares de habitantes a resguardo de la erupción del volcán, según el servicio estadounidense de geología y sismología (USGS).

Según el USGS, el sismo se produjo «casi exactamente en el mismo lugar que el terremoto de 1975, que tuvo una magnitud de 7,1» y dejó dos muertos y 28 heridos.

Otro sismo de magnitud 5,7 se había detectado más temprano el viernes y las autoridades advirtieron que esta actividad sísmica, que desencadenó la erupción del volcán Kilauea, uno de los cinco volcanes en actividad en la isla, podría continuar.

El gobernador de Hawái, David Ige, decretó el estado de emergencia para enviar ayuda y contar con fondos suplementarios para afrontar la situación.

Aunque no se han reportado muertos ni heridos, las erupciones registradas este viernes dañaron dos casas, según el alcalde del condado de Hawái, Harry Kim.

Unos 700 edificios y 1.700 personas están sujetas a evacuaciones obligatorias. Los residentes evacuados son albergados en centros comunitarios hasta que pase el peligro causado por el Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo.