Quito vuelve locos a sus turistas por sus pictóricos paisajes pero también por su rica cultura. Por esta razón, Priscila Romero ha preparado una ruta que recorre las principales bibliotecas de la ciudad.

libros
shutterstock

Iniciamos en las bibliotecas eclesiásticas, cuya formación en periodo colonial estuvo a cargo de las principales órdenes religiosas que se establecieron en la ciudad  (mercedarios, franciscanos, dominicos y jesuitas). La primera es la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo se encuentra ubicada en la zona centro norte de la ciudad en el edificio de “los espejos” de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, es también una biblioteca pública con gran acogida para estudiantes de formación inicial, de bachillerato y universitarios.

Seguimos con la Biblioteca Municipal Federico González Suárez se encuentra ubicada en el centro histórico junto al Palacio de Gobierno, establecida en 1896 cuenta con cerca de 70.000 volúmenes y dispone de una red de bibliotecas esparcidas por toda la ciudad

El Archivo Biblioteca de la Asamblea Nacional también es una importante biblioteca en temas legales y de derecho, al servicio de los asambleistas y frecuentada por estudiantes universitarios, abogados y ciudadanos que buscan información de esta temática.

Tenemos las bibliotecas universitarias, cuya infraestructura en los últimos diez años ha tenido la suerte de ser modernizada y destacan las bibliotecas de la Universidad Central del Ecuador, de la Pontificia Universidad Católica, de la Universidad Andina Simón Bolívar,  Universidad de las Américas (UDLA), Universidad San Francisco de Quito y la de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)

La Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit se encuentra en el extremo norte de la ciudad en el barrio de Cotocollao, esta biblioteca de los padres jesuitas es un referente de las bibliotecas no solo de Quito, sino del Ecuador, pues constituida como archivo-biblioteca guarda entre sus colecciones casi toda la producción bibliográfica ecuatoriana con una colección que supera los trescientos mil libros, siete mil títulos de seriadas, cinco mil doscientos mapas, un herbario y  siete mil piezas de arqueología.

Quito alberga decenas de bibliotecas privadas y particulares de abogados, médicos y literatos.