El naufragio de la embarcación "Angy" frente a las costas de la playa Tortuga Bay, en Galápagos, dejó cuatro personas fallecidas y develó fallas en los controles que se ejecutan en este tipo de transportes. En Notimundo al Día, Katherine Llerena, presidenta del Consejo de Gobierno de la provincia, informó que las investigaciones están en curso para determinar responsabilidades en el hecho.

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«Angy«, una lancha de cabotaje que cubría la ruta Isla Isabela – Santa Cruz, se accidentó la noche del domingo 25 de septiembre, dejando 4 personas fallecidas: 2 ecuatoriano, 1 colombiano y 1 estadounidense-israelí. Se rescató a otras 32 y continúan las labores de búsqueda de uno de los miembros de la tripulación, para que rinda su versión sobre el hecho.

En Notimundo al Día, Katherine Llerena, presidenta del Consejo de Gobierno de Galápagos, informó que la Armada Nacional y la Fiscalía General del Estado se encuentran investigando, en el ámbito administrativo y legal, los hechos suscitados durante el fin de semana. Aclaró que la embarcación no era turística, sino de cabotaje, es decir de transporte de pasajeros entre cantones de la provincia.

Lamentó que hayan existido «un sinnúmero de errores» desde el zarpe de la embarcación, lo que se resume en la falta de control por parte de la autoridad competente. No obstante, añadió que la responsabilidad también recae en el propietario de la embarcación, que debe garantizar la seguridad de las personas a las cuales está transportando.

Reconoció que con el hecho se evidenció la falta de controles en aspectos elementales, como el uso de salvavidas para los pasajeros. «Creo que se subestimó el tema de que en Galápagos está todo bien, de que desde un puerto no va a pasar nada, y se evitó un control que nunca se debe dejar de hacer«, añadió. Uno de los factores que desembocó en el fatal desenlace fue la falla mecánica de los motores de la lancha, que debió ser alertada por el operador.

Otro de los errores que causaron la tragedia fue el exceso de pasajeros, de 7 personas más de las que tenía capacidad la embarcación. Por si fuera poco, el listado de la tripulación era falso, lo que causó que luego del accidente las autoridades pierdan tiempo buscando a personas que en realidad no comandaron la lancha. «Para mí, como autoridad, eso fue nuevo. Se hicieron allanamientos en otras casas«, apuntó Llerena.

Manifestó que quien fungía de capitán de la nave no ha rendido versión hasta la fecha, pues continúa prófugo de la justicia. Para él se ha emitido una orden de captura. Por su parte, el otro miembro de la tripulación ya dio su versión a Fiscalía y se esperan los avances que se obtengan de las declaraciones.

Anunció que se ha pedido sanciones para el personal de la Armada, una vez que se determinen responsabilidades, y que se refuercen los controles para que tragedias como esta no se vuelvan a repetir. «Esto se trata de hacer el trabajo que nos corresponde, y aquí es evidente que no se hizo», indicó.

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