Los líderes de los transportistas no solo tienen como negocio sus unidades de servicio público, también han invertido en otros mercados como el de repuestos automotrices, brokers de seguros y hasta salud. Según el Municipio de Quito, algunos incluso son dueños de hasta cinco buses de transporte público.

buses-quito
Créditos: Archivo / NotiMundo

Históricamente los dirigentes del transporte público han presionado a los gobiernos de turno para mantener y mejorar los beneficios que se les ha otorgado.

De los 81 líderes que registra la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, 16 se han perpetuado por más de una década en sus cargos. Ese es el caso de Carlos Macías, quien dirige la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Pesado del Ecuador (Fenacotrape) desde 2007.

Otro dato es que las compensaciones económicas que reciben son más significativas que los gastos que afrontan. Un empleado de la empresa Catar, en Quito, reveló que por la ruta donde opera, el dueño recibe alrededor de $230 diarios por unidad.

De este rubro gasta USD 95 que comprende: USD35 de combustible; USD 35 para el chofer, que generalmente es un tercero y no el propietario; USD 15 para el ayudante o cobrador; y USD 10 por almuerzo de ambos. Es decir, el ingreso supera en más del doble del gasto.

Al mes, reciben líquido USD 4.050. La inversión en la compra del vehículo bordea los $100.000, si es de segunda mano. Uno nuevo cuesta USD 150.000. Cada ocho meses se invierte USD 380 en llantas. El cambio de aceite, cada 45 días, asciende a USD 160. Según los trabajadores de buses, que prefirieron guardar su identidad, la jornada laboral se inicia a las 05:00 y concluye a las 22:00.

Eso se traduce en 17 horas, sin compensación por horas extras, ni beneficios de ley como décimos, utilidades ni seguridad social.

Fuente: El Telégrafo, nota original aquí: LINK