Los transportistas realizaron dos marchas la mañana de este martes 23 de octubre del 2018 en Quito. Una comenzó en el parque de El Arbolito, en el centro, y la otra en la avenida Alonso de Angulo, en el sur.

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Su objetivo: pedirle al Municipio que les cancele los montos pendientes de las compensaciones del transporte y que se revise el tema de la tarifa del transporte de USD 0,25, vigente desde hace 15 años.

Para ello, la manifestación se dirigió hasta el edificio de la Alcaldía, ubicado en la Plaza Grande, y allí entregar un documento con sus pedidos. Pablo Lima, gerente de la Cámara de Transporte del Distrito, pidió al Concejo Metropolitano que solucione el tema del mejoramiento de la caja común.

«Lamentablemente, por falta de decisión política, no se ha cumplido. Venimos desde hace un año con ofrecimientos de que nos van a pagar y nada».

Ante eso, con la entrega del manifiesto, se busca agilizar el trámite. Para Lima, Quito vive en la actualidad la peor crisis de su historia en cuanto a transporte y movilidad, pues está a punto de quebrar. «Nos deben por encima de los USD 60 millones».

Otro problema -según los dirigentes- es que el Municipio no define desde cuándo comienza la deuda; es decir, si esta comenzó en enero, febrero o marzo.

Los manifestantes coincidieron que están trabajando a pérdida, pues no reciben los montos pendientes y se atrasan en los pagos de las cuotas mensuales de las unidades que adquirieron. Lima informó que hay unidades que ya han sido embargadas y retenidas.

En la marcha participaron los representantes de 52 compañías de transporte urbanas y de los valles aledaños a la urbe. Si en la Alcaldía no solucionan sus pedidos se acogerán al derecho a la resistencia.

Luego analizarán las medidas que tomarán a futuro porque ya no pueden continuar trabajando a pérdida. Si el problema no se resuelve, «tendremos que paralizar el servicio porque no tenemos recursos para seguir». En el oficio, los transportistas le indican al alcalde Mauricio Rodas que no existe un argumento real para retener los recursos destinados a la compensación.

Fuente: El Comercio – Nota original: LINK