El Tribunal Penal de la Corte Nacional de Justicia encontró culpable al vicepresidente de la República, Jorge Glas, dentro del juicio de asociación ilícita con Odebrecht. El juez Édgar Flores Mier lo condenó a 6 años de cárcel.

La resolución es leída la tarde de este miércoles 13 de diciembre del 2017, en la Corte Nacional de Justicia, en Quito. El juez Édgar Flores Mier leyó hace minutos que “Glas articuló con José Conceição Santos la concesión de contratos públicos a cambio de pagos”. En ese contexto, el magistrado puntualizó que el Vicepresidente actuó como principal” del delito.

También actuó como principal Ricardo Rivera, quien en condición de tío de Jorge Glas facilitó la gestión de Santos, dijo el juez, quien halló elementos además para otros seis procesados por el delito de asociación ilícita en el caso Odebrecht (uno fue liberado).

El Juez precisó que para la resolución se tomaron en cuenta la asistencia internacional del Departamento de Justicia de Estados Unidos, las declaraciones del exejecutivo de Odebrecht José Conceição Santos, los mensajes cruzados entre los procesados, etc. Édgar Flores Mier señaló que la investigación permite concluir la configuración de otros delitos como peculado, concusión, cohecho, enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada, entre otros.

El Juez recordó que Glas fue titular del Fondo de Solidaridad, ministro coordinador de Sectores Estratégicos y Vicepresidente de la República, cargos desde los cuales estuvo al frente de contratos con proyectos emblemáticos que fueron adjudicados a Odebrecht. Durante la audiencia de juicio, el fiscal Carlos Baca Mancheno había pedido seis años de cárcel contra Glas y Rivera por ser parte de la red delictiva que Odebrecht montó en Ecuador.

“Ha quedado comprobado que tuvo poder e injerencia en estos proyectos», dijo Baca , al referirse a las cinco obras donde aparentemente hubo pago de sobornos. Estas son el Poliducto Pascuales-Cuenca, Hidroeléctrica Manduriacu, Acueducto La Esperanza, Trasvase Daule-Vinces y la Refinería del Pacífico.

Fuente: El Comercio