La retención arbitraria y el crimen ocurrieron frente a decenas de ciudadanos. Un hombre con un cuchillo en la mano mantuvo en la calle, como rehén, a una mujer la noche de este sábado 19 de enero del 2019 en el centro de Ibarra, provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador.

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Aunque había alertado que mataría a su víctima si no lo dejaban irse, policías decidieron arrinconarlo en una pared y avanzar hacia él con pistolas en las manos. Sin disparar, a menos de cinco pasos de la pareja, fueron testigos de cómo el armado lanzó dos cuchilladas mortales sobre el cuerpo de Diana Carolina Ramírez. Solo entonces, Yordi Rafael L. fue detenido.

De acuerdo con las primeras investigaciones recogidas por la Policía, la joven fue tomada como rehén cuando se encontraba en un local de venta de comida rápida de Ibarra. Diana Carolina estaba embarazada y mantenía una relación con el agresor; pero estaban distanciados, según familiares que llegaron al hospital tras el crimen.

Con un cuchillo de cocina en mano, el hombre mantuvo secuestrada a Diana Carolina por cerca de 90 minutos -entre las 21:00 y las 22:30-. En ese lapso la forzó a caminar por varias cuadras, frente a la reacción perpleja de transeúntes. Policías acudieron a la emergencia. Con su brazo izquierdo, el hombre sujetaba del cuello a la mujer. La noticia de la retención arbitraria convocó a decenas de ciudadanos, quienes cerraron el paso al agresor en la intersección de las calles Luis Cabezas Borja y Pedro Moncayo. Policías lo seguían de cerca.

El hombre insultaba, amenazaba, pedía que los uniformados y la multitud se retiraran para tomar un autobús rumbo a Quito, capital de Ecuador. Caso contrario, aseguraba, no solo apuñalaría a la rehén, sino que se quitaría la vida. En redes sociales circularon imágenes con la violenta agresión y la captura del hombre.

En esos hechos también resultó herido un gendarme. Diana Carolina fue trasladada en una ambulancia hasta una casa de salud; ahí se confirmó su muerte. Sufrió heridas en un pulmón y en el abdomen. En la calle, tras la captura, un grupo de ciudadanos acorraló al hombre y lo tiró al piso, entre golpes. Los agentes tuvieron que detonar bombas lacrimógenas para liberar al agresor que tenía el rostro ensangrentado.

El femicidio de Diana Carolina podría implicar una condena de hasta 26 años de cárcel. Así lo determina el Código Orgánico Integral Penal (COIP) de Ecuador: “La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género, será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años” (artículo 141).

Fuente: El Comercio – nota original: LINK