El juez retirado de la Corte Suprema John Paul Stevens cree que los estudiantes y manifestantes que protestaron la semana pasada por el control de armas deberían haber pedido la revocación de la Segunda Enmienda.

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«La preocupación de que un Ejército nacional permanente represente una amenaza para la seguridad de los estados independientes llevó a la adopción de esa enmienda», escribió Stevens el martes en un artículo de opinión publicado en The New York Times, y agregó que «hoy esa preocupación es una reliquia del siglo XVIII».

Republicano de toda la vida pero considerado liberal por sus fallos judiciales, Stevens señaló su desacuerdo en el histórico caso del Distrito de Columbia contra Heller de 2008 de que la Segunda Enmienda protege el derecho de un individuo a poseer un arma de fuego para su propia defensa dentro de su hogar.

«Esa decisión —de la que yo sigo convencido que estaba equivocada y ciertamente era debatible— ha provisto [a la Asociación Nacional del Rifle] de un arma propagandística de inmenso poder», escribe Stevens, quien sirvió desde 1975 y se retiró en 2010.

Añadió: «Revocar esa decisión a través de una enmienda constitucional para deshacerse de la Segunda Enmienda sería simple y haría más para debilitar la capacidad de la NRA para obstaculizar el debate legislativo y bloquear la legislación de control de armas que cualquier otra opción disponible».

Chris Cox, director ejecutivo del lobby de armas de la NRA, dijo el martes que la NRA, la mayoría de los estadounidenses y el Tribunal Supremo, «creemos en el derecho de la Segunda Enmienda para la autoprotección y no pedimos perdón por continuar luchando por esta libertad fundamental».

«El jurista de 97 años ha mantenido por mucho tiempo la opinión de que los ciudadanos estadounidenses no tienen el derecho individual a portar armas de fuero para la autoprotección», dijo Cox en un comunicado. «Incentivado por los medios de masas, el lobby del control de armas no se está distanciando de la idea radical de revocar la Segunda Enmienda y prohibir todas las armas de fuego».

Stevens antes ya había argumentado que la Segunda Enmienda debería ser revocada, dos años después del tiroteo en la escuela Sandy Hook en Newtown, Connecticut.