Caminar por la calle Juan de Dios Morales, más conocida como La Ronda, supone hacer un viaje en el tiempo. Ya lo dijo, en 1996, Fernando Jurado en su libro: 'La Ronda, Nido de Poetas y Cantores'. Según el investigador, esta emblemática calle estuvo perfectamente trazada en 1480, cuando los incas llegaron por primera vez a Quito. De allí hasta hoy en día, su transformación ha sido, por demás, sorprendente.

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Quito tiene lugares sin duda mágicos y uno de ellos es la calle La Ronda en el Centro Histórico. Después de una profunda reestructuración, La Ronda pasó a ser uno de los lugares turísticos más visitados de la ciudad.

Pero el nombre de esta calle no es La Ronda sino Juan de Dios Morales que en su recorrido tiene historia y muchas tradiciones. Sus adoquines son una prueba de ello. Caminar por allí nos hace viajar en el tiempo. Todo esto acompañado de lugares tradicionales y una gastronomía única de la ciudad.

En La Ronda podemos tomarnos un rico canelazo caliente no solo con jugo de naranjilla como es la costumbre sino de varios sabores. Esta acompañada de una rica empanada de viento. En los locales comerciales ubicados en los costados de la calle también se puede disfrutar de dulces tradicionales, espumilla, las famosas bebas y un sinnúmero de platos típicos.

La música tradicional también es parte del recorrido por los restaurantes que ofrecen un ambiente bohemio acompañado de licores muy tradicionales como las mistelas.

Según datos de Quito Turismo, hasta La Ronda llegan 9 500 personas al mes. Este lugar es ideal para visitarlo tanto en el día como en la noche ,pues guarda historias escondidas dignas de conocer con familia o amigos.

Para llegar hasta La Ronda tiene varias opciones. Puede ir en su auto o tomar el sistema de Trolebús y quedarse en la parada Cumandá que está a pocas cuadras. Otra opción es realizar un recorrido en el Quito Tour Bus que tiene a esta calle emblemática como una parada obligatoria.