Un terremoto de 8.2 de magnitud sacudió este 19 de agosto del 2018 las aguas del Pacífico entre los estados insulares de Fiyi y Tonga, sin que las autoridades informaran inicialmente de víctimas o daños, ni se emitiera una alerta por tsunami.

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El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, situó el hipocentro a 559 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino. El mismo servicio situó la sacudida a 361 kilómetros al este de Suva, la capital de Fiyi, y a 451 al noroeste de Nukualofa, la de Tonga.

El Servicio de Alertas por Tsunami del Pacífico indicó que no esperaba que el seísmo provocara una ola destructiva y no emitió ninguna alerta. Un portavoz del servicio geológico GNS de Nueva Zelanda dijo a Radio New Zealand que la profundidad del terremoto mitigó la sacudida en la superficie y el riesgo de tsunami.

Una vecina de Nukualofa indicó a la misma emisora que el terremoto duró entre 20 y 30 segundos pero que este solo causó pequeños daños sin importancia y que la normalidad volvió enseguida a la capital tongana.

El seísmo fue seguido por varias réplicas, incluida una de 6.8 de magnitud cuyo hipocentro fue localizado por USGS a 422 kilómetros de profundidad y a 397 al sur de Suva, y otra de 6.3 a 561 kilómetros de profundidad y a 377 al este de la capital fiyiana. Esta región del Pacífico sufre habitualmente terremotos de magnitud superior a los cinco grados. La conocida como Cuenca Norte de Lau, situad

Fuente: EFE