El aumento de las tensiones entre el Gobierno Central y los movimientos indígenas preocupa a los inversionistas internacionales y se refleja en un alza del riesgo país, que alcanzó los 1.709 puntos el 27 de febrero de 2023, el valor más alto en lo que va del año. En Notimundo al Día, Alberto Acosta Burneo, experto económico, explicó que eso se traduce en pérdidas de empleo y en mayores perjuicios, sobre todo, para la gente pobre del país.

ALBERTO ACOSTA BURNEO
Créditos: Twitter Alberto Acosta Burneo

En Notimundo al Día, Alberto Acosta Burneo, experto económico, explicó que el incremento del riesgo país a 1.704 puntos durante la última semana de febrero, con el anuncio de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) sobre su retiro de las mesas de diálogo con el Gobierno, complica aún más el acceso que tiene Ecuador a un financiamiento extranjero.

Al no querer los inversionistas internacionales prestarle dinero al país, se configura el riesgo país ecuatoriano como «excesivamente alto», frente al de países vecinos como Perú, que es de 200 puntos, o el de Colombia, que bordea los 400 puntos. «El fisco va a tener más dificultad de cerrar su presupuesto porque el mundo no le quiere prestar al Ecuador», dijo.

Asimismo, precisó que un riesgo país alto se traduce en menores ventas, menos plazas de empleo y, con ello, menos bienestar. Ecuador, al ser un país subdesarrollado, siempre requiere capacidad de financiamiento, mientras que los desarrollados tienen abundancia de capital. «Hay que atraer esos capitales, generando un entorno de respeto a la institucionalidad y de seguridad jurídica«, añadió.

Acosta indicó que una nueva paralización en el país representaría cuantiosas pérdidas económicas, como ocurrió en 2022 y 2019 con el levantamiento del movimiento indígena. Durante las protestas de junio del año pasado, por ejemplo, se perdieron USD 1.115 millones, manifestó.

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