Un total de 3.000 señales de tránsito elaboradas por 35 personas privadas de libertad serán ubicadas en las carreteras de las provincias ecuatorianas de Esmeraldas, Imbabura, El Oro, Tungurahua, Pastaza, Loja, Cañar y Morona Santiago.

La distribución de estas señales forma parte de un proyecto que tiene como objetivo involucrar a los presos en actividades que contribuyan a su reinserción laboral y que dotará al país de 30.000 señales verticales para la red vial estatal.

El trabajo, informó el portal digital gubernamental El Ciudadano, se desarrolla gracias a un convenio suscrito en 2014 entre los ministerios de Justicia y Transporte y Obras Públicas con la colaboración de la empresa privada 3M Ecuador.

Los reclusos participaron en cursos de seguridad industrial para minimizar los riesgos de trabajo y fueron capacitados por la Agencia Nacional de Tránsito para que las señales cumplan con las normas técnicas exigidas por el Instituto Ecuatoriano de Normalización.

La ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, destacó que esta iniciativa mejora las condiciones de vida de los internos «garantiza su reintegración y nos dignifica como sociedad».

Indicó que en el centro penitenciario Regional Guayas, donde fueron fabricadas las primeras 3.000 señales y en todos los centros de reinserción social existen condiciones de dignidad, para que las personas privadas de libertad aprendan nuevos oficios, desarrollen actividades productivas y se puedan rehabilitar.

Durante la visita del papa Francisco a Ecuador, en 2015, fueron utilizadas 337 piezas de señalética que también fueron elaboradas por los internos del Centro de Rehabilitación Social (CRS) Regional Guayas.