Los vientos que se han registrado en los últimos días y que son propios de la temporada seca de la Sierra seguirán hasta mediados de septiembre, estimó Wladimir Arreaga, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

El Telégrafo

El especialista indicó que estos vientos se originan en la mañana o al mediodía debido a que el cielo se encuentra con poca cobertura nubosa. Es ahí cuando se produce una carga de energía y la superficie terrestre se calienta rápidamente. Esta situación también es recurrente en la noche cuando se observan cielos despejados. En este lapso, la tierra pierde energía y se enfría. Ahí se suscitan los ventanales.

El técnico reconoció que las brisas registradas en las últimas horas han sido fuertes. De ahí que en las últimas horas se han caído árboles sobre viviendas o tendidos eléctricos. De eso dieron cuenta los reportes del Cuerpo de Bomberos de Quito y la central ECU 911.

No obstante, Arreaga aclaró que no se trata de vientos huracanados, sino vientos moderados. Los primeros -dijo- alcanzan entre los 80 y 120 kilómetros por hora. Estos generalmente se producen en el Pacífico Central o Atlántico en donde se suscitan las tormentas tropicales o huracanes. En caso de que se produzcan huracanes de categoría 5, estas corrientes alcanzan una velocidad de hasta 270 kilómetros.

En cambio las ventiscas moderadas, que son las que se producen en Quito, oscilan entre los 30 y 45 kilómetros por hora. Para que sean considerados vientos fuertes deben alcanzar hasta los 70 k/h. Arreaga explicó que en el Ecuador, por su ubicación geográfica, no es posible alcanzar los vientos huracanados como ocurre en América Central, donde es recurrente este tipo fenómenos naturales.

Además, «el sistema montañoso, en algunas ocasiones, sirve como barrera para evitar el ingreso de estos vientos». Las ventiscas no solo se han registrado en Quito, también se han presentado en el sector de Los Valles e incluso en el aeropuerto Internacional de Tababela.

Por ello, el especialista recomendó a la ciudadanía mantenerse distante en zonas de tendidos eléctricos, vallas publicitarias e incluso viviendas en mal estado, ya que podrían venirse abajo debido a la fuerza de la brisa.