Con un show de más de dos horas y con tres invitados, el dueto puertorriqueño Wisin y Yandel, se despidió de la Ciudad de México con su La Última Misión World Tour.

Wisin y Yandel,
Wisin y Yandel / Foto: Facebook Oficial

Fue el año pasado que Wisin y Yandel anunciaron que se unirían para ofrecer una gira de despedida para sus fans, pero a medida que su éxito continuó creciendo, la misión se fue alargando hasta que finalmente el miércoles, con su La Última Misión World Tour, arribaron a la Ciudad de México para decir adiós, no sin antes cumplir un último sueño pendiente: llenar el Foro Sol.

El evento arrancó 45 minutos después de la hora programada, pues para las 21:00 horas, a la pista del recinto aún le quedaba mucho espacio por llenar y con todos los boletos vendidos y los fans continuamente ingresando, la fiesta fue poco a poco postergándose en espera de que nadie se quedara sin vivir su despedida de principio a fin.

Pese a que sí hubo momentos en los que algunos fans soltaban chiflidos de reclamo ante la situación, los ánimos no decayeron y los asistentes, que fueron arribando en grupos y en pareja, utilizaron este tiempo para calentar motores, yendo por sus respectivas bebidas y practicando sus mejores pasos de perreo, conscientes de la invasión reguetonera que estaban por presenciar a cargo de los músicos, conocidos popularmente como Los líderes.

Con un escenario literalmente en llamas, gracias a todo un montaje que incluyó un set con una pantalla enorme en el centro y otra enmarcando el lugar, además de dos laterales, creando un recuadro tridimensional desde el cual se proyectó el incendio, y con múltiples hileras de luces y reflectores, los músicos encendieron la fiesta bajo su éxito Ahora es.

Siendo uno de sus mayores hits, el arranque logró emocionar al instante a sus seguidores, quienes respondieron inmediatamente entre gritos y baile.

Mírala bien, En la disco bailoteo y Como antes resonaron por todo el recinto para calentar motores.

¿Cómo vamos, México? Para nosotros es un placer estar aquí. Gracias por su apoyo durante tantos años, ustedes han cumplido un sueño para Wisin y Yandel que era llenar esto, así que muchísimas gracias”, expresó Wisin emocionado.

Así que sólo tenemos una pregunta México, ¿Dónde está la gente que quiere bailar reguetón?”, agregó Yandel, despertando la euforia de su público, quien para ese momento ya había atiborrado el lugar.

Para su presentación final el dúo llevó una producción a la altura que incluyó múltiples lanzallamas colocados a lo largo de todo su escenario, hileras de humo y hasta pirotecnia, que acompañada de su escenario a dos niveles, en el que distribuyeron a sus músicos y bailarines, formaba todo un circo en el que los fans ya no sabían ni para dónde voltear.

Pam pam, Abusadora y Sexy movimiento siguieron la fiesta en la que ya no había quien no hubiera cedido al ritmo con baile y los asistentes se dividían entre quienes lucían sus mejores pasos y quienes pese a su falta de coordinación daban lo mejor de sí para menearse.

Por su parte, los puertorriqueños también probaron llevar el ritmo en la sangre mientras se paseaban alrededor de la tarima, que contó además con un pequeño pasillo por el que podían acercarse un poco más a su público.

Ambos optaron por un look con gorra, gafas oscuras y joyería en tonos dorados, al que para ese momento agregaron también la bandera mexicana que después de hondear por los aires, dejaron prendida del cuello de Yandel, lo que despertó los aplausos.

Cuando un grupo de mariachi apareció en medio del set, la dupla anunció a su primer invitado, compartiendo que siendo un encuentro tan especial no podían ir solos, dando la bienvenida a Jhay Cortez.

El también puertorriqueño de 30 años arribó con la emoción a tope para interpretar junto a ellos los temas Imaginaste y Fiel, y habiéndose adueñado de la tarima y bajo la promesa de que algún día él también llegaría a llenar el lugar en solitario, regaló sus éxitos Tarot y Dakiti, composiciones que junto a Bad Bunny se han convertido en hits, lo que hizo que el público respondiera con emoción, probando que son tan fieles al género, que disfrutan tanto del reguetón viejito como del actual.

La rapera de 24 años Young Miko fue la segunda invitada de la noche, y junto al dúo interpretó Cuando te toca, colaboración que lanzó junto a Yandel y su tema Classy 101 en solitario.

Para la mitad del show, los ánimos estaban en el cielo, pero con una audiencia mayores de 30 en su mayoría, hubo quienes no tuvieron más remedio que sentarse a descansar unos momentos, pero hipnotizados por la energía de sus ídolos, seguían el ritmo con las manos.

Besos moja2, Estoy enamorado, No me dejes solo, Llamé pa’ verte (Bailando sexy), Mayor que yo y Noche de entierro tornaron aquello en una celebración masiva donde se bailaba y se coreaba por igual.

Con su hit Noche de sexo se hizo evidente que había llegado el momento de subir la temperatura a la velada, sin embargo, fue cuando el mismo Romeo Santos apareció en la tarima que el público enloqueció en el momento más hot de la noche, pues especialmente las mujeres perdieron el control ante la sorpresa.

El tercer invitado no necesitó presentación, pues bastó con escuchar a Santos para que la audiencia se pusiera eufórica ante su voz y apariencia. El estadunidense lució una camisa blanca entreabierta y pantalones vino para acompañar a sus colegas en la colaboración que los tres lanzaron en 2005.

¡Otra!, ¡Otra!”, pidió el público extasiado, lo que hizo regresar al artista para también interpretar Aullando.

Dejando a los 65 mil asistentes con la energía a tope para el gran final, los artistas culminaron su encuentro de más de dos horas bajo las explosivas interpretaciones de sus temas Pegao, Permítame, Rakata y Algo me gusta de ti, que acompañadas de un número de pirotecnia digno de un 16 de septiembre, emocionó a su audiencia a tal grado que sus saltos lograron poner a temblar el recinto desde las gradas hasta la pista, probando que pese al paso del tiempo y su retiro, los artistas seguirán siendo siempre los líderes.

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