El domingo a las 9 de la mañana, Yuliana Andrea Samboni, de 7 años, jugaba en la puerta de su humilde casa en el barrio Bosque Calderón, en la localidad de Chapinero, al norte de Bogotá. Horas después, a las 7:30 de la tarde, la niña fue encontrada muerta, con signos de tortura y violencia sexual.

CNN en Español

Cientos de colombianos se congregaron la noche del pasado lunes en el parque de Lourdes, en Bogotá, para expresar su repudio al asesinato de Yuliana Samboni, de siete años de edad, quien fue violada y torturada en la capital colombiana, presuntamente por un hombre de 38 años.

El hecho, suscitado en un barrio del norte de Bogotá despertó, además, la indignación de todo un país a través de las redes sociales y sigue cobrando relevancia en las últimas horas, a medida que las autoridades revelan más detalles escabrosos de lo ocurrido.

Con flores blancas, velas y carteles, asistieron los participantes en esta vigilia. La abogada Mónica Roa en la cadena de noticias Telesur aseguró que «nuestra sociedad es caldo de cultivo para violadores que asesinan. El caso de Yuliana no es aislado, 21 niñas de 10-14 años son violadas al día», acotó.

El caso ocurrió el fin de semana pasado luego de que un hombre, identificado como Rafael Uribe Noguera, raptara a Samboni en el humilde barrio Bosque Calderón Tejada, y la llevara hasta un lujoso apartamento de propiedad de su familia en Chapinero.

Mientras tanto, el martes, la Policía colombiana arrestó a Rafael Uribe Noguera, quien fue notificado en una habitación de una clínica de Bogotá a la que fue ingresado por sobredosis de cocaína, y posterior a ello, fue trasladado fuertemente escoltado en una tanqueta policial a los juzgados para tomarle declaración debido a los tumultos generados en la zona por ciudadanos que reclamaban justicia.

De acuerdo a la agencia EFE, la multitud, que bloqueó un carril de la Autopista Norte, lanzó objetos contra el sospechoso y algunos intentaron agredirlo con cascos de moto a pesar estar escoltado por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía que evitaron que pudiera ser linchado.

Los policías tuvieron que levantar con sus escudos una barrera a ambos lados del camino entre la puerta del centro médico y la tanqueta, mientras Uribe, que usaba un chaleco antibalas de la Policía, corría agachado y protegido por los uniformados. El caso de la niña Yuliana Andrea Samboní, de ascendencia indígena, ha estremecido a Colombia por la sevicia con la que actuó el presunto asesino, quien la raptó el domingo en el Bosque Calderón Tejada, una barriada colindante a Chapinero Alto, un sector de clase acomodada de Bogotá.

Asimismo, Unicef y ONU Mujeres condenaron «enérgicamente» «el rapto, tortura, abuso sexual y asesinato de la menor» de siete años de edad y expresaron «su profundo dolor e indignación». Unicef extendió sus condolencias a la familia de la menor y se comprometió a continuar trabajando de la mano de las instituciones del Estado, organizaciones civiles y aliados de la cooperación internacional para garantizar la eliminación de la violencia contra las niñas y las mujeres. La Unicef explicó en su comunicado que entre 2 y 3 mujeres son víctimas de homicidio, muchos de estos entran en la categoría de feminicidio porque son asesinadas por su género. Igualmente, más de 20 niñas fueron asesinadas en 2015 y más de 4 000 mujeres reportaron ser víctimas de agresión sexual.

De su lado, el presidente Juan Manuel Santos condenó  de manera enérgica “el brutal asesinato” y exigió que recaiga sobre el responsable la más pronta y la más severa justicia. “Como lo exigimos todos los colombianos, que recaiga sobre el responsable la más pronta y la más severa justicia (…) el crimen atroz nos enluta y entristece”. «No puedo iniciar esta mañana sin reiterar mi más enérgica condena y rechazo por el brutal asesinato de Yuliana Samboní, de tan sólo 7 años. A sus familiares, nuestras condolencias: los tenemos en nuestros corazones», añadió.