La camiseta y el short que lleva puesto son los únicos implementos que Santa Vernaza rescató de su vivienda tras la explosión. Ella vivía en el sector de la Delicia, atrás del Comando de Policía de San Lorenzo, donde la madrugada del sábado hubo ataque terrorista con un cochebomba.
“Escuchamos un fuerte ruido y pensamos que era un temblor. Todas las cosas se caían y apenas tuvimos tiempo para salir de la casa”, recordó la mujer con pesar. Ayer ella permanecía en un albergue adecuado en una construcción dentro del terreno de la Iglesia del cantón. En el segundo piso está el dormitorio para 80 personas de 21 familias afectadas.
Los damnificados organizaron turnos para cumplir y atender las necesidades de los residentes en temas de alimentación, aseo y recolección de residuos sólidos.
Los niños de entre 2 y 12 años que suman 30 disfrutan de juegos y actividades que los distraen gracias al apoyo del personal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). La cartera de Salud atiende a los dos heridos y asignó una ambulancia permanente en los predios de la Iglesia.