El Sistema de Control de Inundaciones Cañar-Naranjal puso fin a las tragedias provocadas por el desbordamiento de los ríos.

Los 334 kilómetros de diques de estos dos multipropósitos protegen más de 80 mil hectáreas productivas, y cuidan la vida de 140 mil habitantes de la zona. A pesar de las fuertes lluvias, los ríos ahora se desvían para evitar inundaciones gracias a las megaconstrucciones emprendidas por el Gobierno Nacional. “Los proyectos de administración de recursos hídricos representan que podemos mitigar inundaciones en épocas de lluvia y podemos garantizar riego en época de sequía, es decir agua generando producción que se traduce en riqueza para los trabajadores, lo que se traduce en soberanía alimentaria”, manifestó el vicepresidente Jorge Glas.

Según Carlos Bernal, secretario del Agua, el ahorro generado por pérdidas o daños evitados en el sector agrícola, como causa de las fuertes lluvias e inundaciones, asciende a  300 millones de dólares. “Somos de los países que mejor hemos invertido sus recursos para mitigar los efectos de estas inundaciones; no lo decimos nosotros, lo dice el Banco Interamericano de Desarrollo”, puntualizó el funcionario.