Una casa familiar adornada con el tradicional árbol de Navidad, el belén y otros motivos, además de una mesa puesta para la cena, forman el escenario donde se desarrolla la felicitación navideña, que dura 1,06 minutos.
Suena el timbre de la puerta de entrada y la familia, a punto de sentarse a cenar, se sorprende por la inesperada visita. «¿Quién será?», pregunta uno de los habitantes de la casa.
Al abrirse la puerta, y ante la cara de sorpresa del joven que le recibe, Correa saluda, pide permiso para entrar y entrega un regalo a los más pequeños.
A continuación se repite la situación, pero esta vez es Glas, el vicepresidente, quien aparece también con un regalo.
«Queridos amigos, gente honesta, amable, trabajadora. Que este momento de alegría llegue a cada rincón de nuestra querida patria y a todos nuestros hermanos migrantes», dice el vicepresidente, una vez que todos se han sentado a la mesa.
Correa, fiel a su manifiesta condición de católico, cita al papa Francisco y dice: «El regalo de Navidad eres tú cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano. La cena de Navidad eres tú cuando sacias de pan y esperanza al pobre que esta a tu lado».
«Feliz Navidad y un extraordinario 2016 a todas y a todos», concluye el jefe del Estado.
La escena, que fue grabada en el barrio de San Marcos, en el centro de Quito, según El Ciudadano, finaliza con el chocar de las copas de los comensales y un grito de «¡feliz año nuevo!» de uno de los niños de la familia.