De acuerdo con el informe, el número de bebés que nacieron este año con microcefalia en una epidemia atribuida al zika saltó desde los 2.782 reportados el martes de la semana pasada hasta 2.975 en el boletín divulgado hoy.
El número supera significativamente los 147 casos de microcefalia que fueron registrados en todo Brasil en 2014, cuando el virus del zika aún no había expandido por el país.
El Ministerio de Salud informó igualmente que también investiga si la muerte de 40 bebés con sospecha de microcefalia en las últimas semanas fue causada por el zika, un virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti y cuya presencia fue detectada este año por primera vez en algunos países latinoamericanos.
Según el último boletín, que recoge los datos registrados hasta el 26 de diciembre, el número de ciudades con casos de microcefalia supuestamente provocados por el virus saltó desde 618 hace una semana hasta 656 en el nuevo boletín.
Las sospechas han sido registradas en 20 de los 27 estados de Brasil.
Pese a que el Zika era considerado una enfermedad menos grave que el dengue y el chikunguña, los otros virus transmitidos por el Aedes aegypti, la confirmación de que puede provocar malformaciones en los fetos y hasta su muerte obligó a las autoridades brasileñas a declarar el estado de emergencia sanitaria el mes pasado.
La microcefalia es una malformación irreversible del cerebro que por lo general está asociada a problemas mentales, visuales o auditivos.
Como no existen vacunas para prevenir o enfrentar ninguno de los tres virus transmitidos por el mosquito, el Ministerio de Salud ha centrado sus campañas en la eliminación de los focos en que se cría la larva del Aedes aegypti.