Regalado declaró a Efe que la ciudad hasta el momento no ha recibido ninguna notificación del Gobierno federal sobre los planes previstos para dar albergue a los cubanos que desde el pasado mes de noviembre se encuentran varados en Costa Rica.
Desde el pasado 15 de noviembre, cuando Nicaragua cerró su frontera a los cubanos aduciendo riesgos a la seguridad y soberanía, en Costa Rica se han acumulado 7.802 inmigrantes de esa nacionalidad que pretenden llegar a EE.UU.
Ante la posibilidad de que muchos de esos refugiados acaben en Miami, el alcalde de la ciudad precisó que en la actualidad los albergues de la ciudad «están a plena capacidad» y resaltó que Miami no cuenta con «la infraestructura para asimilar a 20 o 30 personas adicionales diarias».
El pasado año fiscal, entre el 1 de octubre de 2014 y el 30 de septiembre de 2015, más de 43.000 cubanos llegaron a EE.UU., lo que supuso un aumento de más del 77 % con respecto del periodo anterior.
«No podremos predecir cuántos vendrán, pero sabemos los costos enormes que conllevan», insistió Regalado, quien reveló que adicionalmente la ciudad mantiene a unas 60 familias en moteles locales con tarifas especiales.
Este dispositivo representa a las arcas municipales de Miami casi un millón de dólares anuales.
Regalado estimó que una posible salida para este escenario sería que el Gobierno federal establezca sus propios albergues en la región, dado que Miami no cuenta con recursos ni capacidad para construir uno.
A su vez, las agencias voluntarias locales, como la Conferencia de Obispos Católicos, que se enfocan más en los «balseros» que tocan tierra en EE.UU., se encuentran «abrumadas» ante la previsible llegada de más refugiados, según el alcalde.
El pasado mes de junio, funcionarios de la ciudad recogieron a dos grupos de refugiados cubanos que se hallaban en la calle, mientras esperaban que se resuelvan sus trámites migratorios, los cuales suelen tardar entre 3 y 6 semanas.
Regalado consideró improbable que el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, modifique a corto plazo la denominada Ley de Ajuste, que permite a los cubanos que llegan a EE.UU. obtener la residencia legal en el país en tan solo un año.
«En Cuba siguen persiguiendo a los ciudadanos cubanos, siguen hostigando a ciudadanos cubanos y siguen encarcelando o expulsando del país a los opositores», manifestó Regalado, quien no ve motivos para cambiar la ley que beneficia a los inmigrantes cubanos.
Ayer el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, afirmó también que el Gobierno de Estados Unidos «no tiene planes en este momento» para cambiar esa norma, que según Cuba ha propiciado la actual crisis migratoria en Centroamérica.
Earnest dijo que la Casa Blanca está «al tanto» de las informaciones acerca de que un grupo de 180 cubanos será el primero en reanudar desde Costa Rica su viaje hacia EE.UU. el próximo martes, como parte de un plan piloto que las autoridades esperan se convierta en la solución definitiva a la crisis migratoria.