Los padres de Jaime y César Ch. y un grupo de mujeres de la comunidad ejecutaron el castigo con ortiga y agua fría, como es el procedimiento del ajusticiamiento indígena.
Manuel Chiza, presidente cabildo de Matiavi-Salinas, dijo que el propósito es que los jóvenes se reintegren a la comunidad, así como advertencia para otros habitantes, que no piensen en cometer delitos.
«El agua significa de purificación, recarga de energías, limpieza, salud, una cuestión simbólica«, explicaban por un micrófono mientras se ejecutaba el castigo.
Luego, los hermanos pidieron disculpas a la alemana Annika Karesart y a la polaca María Garus. En la ceremonia, las extranjeras dijeron que recordarán Salinas de otra manera, «como una comunidad que ayudó muchísimo en buscar nuestras bicicletas«.
Destacaron también la amabilidad de sus pobladores. Ahora- dijeron- podrán continuar su travesía. El jueves, la Policía informó de la recuperación de los objetos sustraídos. También divulgó un video de Karesart y Garus agradeciendo el trabajo de las autoridades.
Recuperamos ?♂️?♀️ ||
Nos motiva la satisfacción de la comunidad. #TuConfianzaNosFortalece#TrabajamosPorTuSeguridadpic.twitter.com/uilYZIlDkP— Policía Ecuador (@PoliciaEcuador) August 28, 2019
Añadió que dio seguimiento en el proceso de la denuncia ante la Fiscalía General del Estado. De la misma forma, se gestionó la alimentación y alojamiento para las ciclistas.
El hurto de las bicicletas fue confesado por los jóvenes el sábado 24 de agosto, en una asamblea extraordinaria. Allí dijeron que escondieron las bicicletas en un pozo séptico cavado en el sector de la Cascada del Búho.
Fuente: El Telégrafo – Nota original: LINK