El abogado Juan Pablo Badillo, encargado de los amparos promovidos contra la extradición de Guzmán, dijo a Efe que las medidas de seguridad reforzadas en la cárcel constituyen un motivo de preocupación para la defensa.
Por ejemplo, expuso, «el hecho que cada cuatro o tres horas se le esté cambiando de celda, pues no es normal, y se puede entender como una cosa autoritaria, que no lleva a nada más que producir molestia en la persona, y todo eso por la vía legal se va a impugnar, se va a corregir».
«No creo que se apliquen a toda la población penitenciaria esas medidas extremas; es exclusivamente dedicado a mi defendido, Guzmán Loera, y por eso se recurrirá a los medios de defensa, los medios constitucionales, para evitar que se le esté hostilizando en estos términos», abundó.
Refirió que no ha podido entrevistarse con su cliente en la prisión del Altiplano, en el central Estado de México, donde «de forma absurda, ilógica» le impidieron ingresar a una diligencia judicial que se realizaba con su cliente y otros abogados porque llegó tarde.
«Hoy me dieron esperanzas para ir; me dijeron que el día de hoy no sería posible en razón de que él estaba en revisión médica», dijo Badillo, y añadió que «es lógico de que él (Guzmán) está un tanto deteriorado de su salud» a causa de su cautiverio.
En tanto, el titular del Órgano Administrativo de Prevención y Readaptación Social, Eduardo Guerrero, declaró este jueves a la emisora Radio Fórmula que el «Chapo» fue sometido a «exámenes médicos de todo tipo», los cuales confirman que tiene un «buen estado de salud».
Guerrero aseguró que es «totalmente falso» que el capo esté incomunicado como han denunciado varios de sus abogados, y añadió que tres de ellos, a los que identificó como José Refugio Rodríguez, Cynthia Castillo y Carlos Castillo, han estado en dos audiencias en la prisión del Altiplano.
El funcionario dijo que hasta ahora Guzmán sólo ha registrado a esos letrados y aclaró que el capo puede tener los abogados que desee, pero debe nombrar «a un coordinador» para que sea el interlocutor, porque «no pueden entrar todos» al penal.
Señaló que Guzmán es trasladado de lugar de manera constante dentro del centro penitenciario, pero dijo que ello se aplica también para el resto de delincuentes definidos por el Gobierno como prioritarios, de acuerdo con un protocolo establecido «ya hace algunos meses» que establece, además, que sean vigilados «física y electrónicamente».
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, aseguró el miércoles que Guzmán «no va a salir una vez más (de la prisión); se han tomado todas las medidas para evitarlo», tras admitir que una tercera fuga «sería imperdonable».
En ello coincidió el abogado Badillo, quien al ser interrogado respecto a la posibilidad de una nueva fuga replicó: «Eso se descarta absolutamente. No hay la menor posibilidad de que eso pudiera repetirse. Absolutamente no».
«El Chapo» Guzmán se fugó por primera vez de una prisión de máxima seguridad en 2001, cuando escapó del penal de Puente Grande, en el estado de Jalisco, y tras su captura en febrero de 2014 en Mazatlán, Sinaloa, fue internado en el Altiplano, de donde se evadió en julio pasado.
Por otro lado, el letrado dijo que para Guzmán «es una situación traumática que pueda ser extraditado a Estados Unidos», país donde es reclamado por diversos delitos.
«Precisamente él contrata mis servicios profesionales como abogado penalista, constitucionalista, para promoverle los amparos que sean necesarios para evitar la extradición», precisó el abogado, quien se negó a especular cuánto tiempo podría llevarse el proceso.
Finalmente, consideró que la amplia cobertura mediática sobre los contactos que Guzmán tuvo estando prófugo con la actriz Kate del Castillo «son situaciones de un escándalo publicitario, de un vodevil, de película, de telenovela».
«A la señora Del Castillo no la conozco, jamás he cruzado palabra de ella. Por ello, no podría opinar sobre esas trivialidades; sencillamente me abstengo porque no es mi papel», puntualizó.