El presidente boliviano, Evo Morales, llamó este sábado a los movimientos sociales de América Latina a movilizarse para impedir el retorno de gobiernos de derecha en la región y recalcó que la unidad es imprescindible para defender las conquistas logradas.
Al inaugurar en esta capital la Cumbre Internacional de Movimientos Sociales con numerosas delegaciones suramericanas, Morales precisó que «los movimientos sociales de América Latina tenemos la tarea de defender la Revolución Bolivariana en Venezuela», y también a la Revolución Ciudadana de Ecuador, las grandes transformaciones en Brasil con Lula (Luis Ignacio Lula Da Silva) y Dilma (Rousseff), y las conquistas logradas en Argentina con Néstor y Cristina (Kirchner).
«Estamos escuchando lo que pasa en Argentina, en Venezuela, en Brasil, y los movimientos sociales no podemos permitir que vuelvan los lacayos del imperialismo y el capitalismo, no podemos permitir que la derecha vuelva al poder en Latinoamérica», enfatizó.
«Tenemos la obligación defender a nuestro hermano Nicolás Maduro en Venezuela y a todos los líderes antiimperialistas que ahora están de presidentes», afirmó, y pidió recordar que mientras exista el imperialismo y el capitalismo la lucha sigue.
«Como movimientos sociales tenemos la obligación de combatir, de organizarnos, con mayor unidad y mayor información», recalcó.
«Antes, recordó, sólo Fidel Castro combatía desde Cuba, con su pueblo unido, en América y para todo el mundo. Tuve muchas charlas con Fidel y para mí es el primer hombre, el primer hermano más solidario del mundo», dijo Morales.
Agregó que después se sumaron Venezuela, con el hermano Hugo Chávez, y llegó Néstor Kirchner en Argentina, llegó Lula en Brasil, llegó Rafael Correa en Ecuador, y nos sumamos nosotros como Bolivia al grupo de presidentes antiimperialistas latinoamericanos.
«Nos decían bajo la doctrina norteamericana que los obreros debían luchar por la independencia sindical, que el sindicato no puede hacer política, y a los campesinos y pueblos originarios que su política es simplemente pala y pico o hacha y machete», recordó.
Expuso que se ha demostrado que el movimiento campesino indígena originario no sólo estaba preparado para votar sino también para gobernar, acompañado por los mejores profesionales patriotas dispuestos a servir a su pueblo.
«Hay que romper esas doctrinas externas», subrayó, y apuntó que “en las distintas épocas de dominación imperial que hemos tenido siempre han buscado como dividirnos para controlarnos políticamente y robarnos, saquearnos económicamente. Esa es la historia de América Latina”.
Ahora, dijo, practican otro tipo de golpe de Estado: el parlamentario, y denunció que para que no existan es preciso que no sea el Congreso con quórum de dos tercios el que pueda modificar la Constitución, sino que el pueblo elija los constituyentes y sea finalmente el voto popular el que decida.