La mayor parte de esos esfuerzos actualmente se centran «en el intercambio de información con el público acerca de los pasos que pueden tomar para protegerse a sí mismos», explicó hoy en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Según Earnest, el propio Obama está «preocupado» por la propagación del virus, que ya afecta a 22 países del continente americano.
«En primer lugar, queremos asegurarnos de que las personas están correctamente educadas sobre los riesgos de este virus. Pero también de que estamos tomando el tipo de medidas necesarias para hacer todo lo posible para combatir la enfermedad», sostuvo el portavoz.
Este martes, Obama se reunió en la Casa Blanca con sus asesores de salud y seguridad nacional para hablar precisamente de la propagación del zika.
Entre otros, la secretaria de Salud de EE.UU., Sylvia Mathews Burwell, y el director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Thomas Frieden, informaron a Obama de los «factores» que podrían contribuir a la propagación del virus en el país, de acuerdo con la Casa Blanca.
Durante la reunión, Obama «hizo hincapié en la necesidad de acelerar los esfuerzos de investigación para tener disponibles mejores pruebas de diagnóstico y desarrollar vacunas y terapias», indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Los CDC aún no han determinado un vínculo definitivo entre el virus de Zika y el aumento de nacimientos de bebés con microcefalia en los países afectados, pero han extremado las alertas como medida de precaución.
Además, las autoridades de EE.UU. se unieron este martes a las advertencias internacionales por la propagación del virus y pidieron que los bebés de madres que viajaron a alguno de los países afectados deban ser sometidos a pruebas de diagnóstico en sus dos primeros días de vida.
EE.UU. también ha emitido una alerta de viaje a varios países de la región, en la que incluye a Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Guayana Francesa, Martinica, Haití, Surinam, Barbados, Guadalupe, San Martín, Guyana, Cabo Verde, Samoa y Puerto Rico.
El zika afecta actualmente a 22 países americanos y ha obligado a los Gobiernos de la región a tomar medidas extremas, como en el caso de Brasil y República Dominicana, que están haciendo uso de sus fuerzas militares para contener al mosquito transmisor de ese virus, del dengue y del chikunguña.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la rápida propagación del virus por América se debe a que la población no había estado expuesta al zika y por lo tanto carece de inmunidad, además de que el mosquito «Aedes Aegypti» está presente en todos los países de la región, con excepción de Canadá y Chile continental.