Las tropas iraquíes empezaron este miércoles una campaña militar para arrebatar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) el control de zonas situadas al este de la ciudad de Ramadi, en el oeste del país.

Una fuente de seguridad de la provincia Al Anbar, de la que Ramadi es capital, explicó a Efe que fuerzas especiales antiterroristas y tropas del Ejército y la Policía, apoyadas por la aviación iraquí y la de la coalición internacional liderada por EE.UU. lanzaron la operación en las localidades de Al Siyariya, Hasiba y Yuiba.

Las fuerzas gubernamentales se enfrentaron a los yihadistas y en los choques murieron al menos doce extremistas y decenas resultaron heridos, y varios de sus vehículos fueron destruidos.

La fuente precisó que la operación continuará hasta que consiga la liberación de las tres poblaciones.

Por otra parte, una fuente de seguridad de la provincia de Nínive dijo a Efe que las fuerzas kurdas «peshmergas» y combatientes tribales aliados liberaron del control del EI las poblaciones de Kadila y Jatab, al sureste de la capital provincial, Mosul, en el norte de Irak.

La ofensiva lanzada por los «peshmergas», apoyados también por la aviación internacional, causó muerte y heridas a decenas de yihadistas, aunque la fuente no precisó el número exacto de las víctimas.

Mosul, capital de Nínive, está en manos del EI desde junio de 2014, cuando su líder, Abu Bakr al Bagdadi, declaró un califato en los territorios bajo su control en Irak y en la vecina Siria.

La organización radical también conquistó amplias zonas de Al Anbar, mientras su capital, Ramadi, fue recuperada por las fuerzas gubernamentales el pasado diciembre.