En la zona urbana de Quito, la señalética del ferrocarril está subutilizada. A pesar de que existen sensores, semáforos, entre otros, que indican cuándo va a pasar el tren, la señalización instalada desde octubre del año pasado no funciona. Según datos del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, se ha invertido 26 millones de dólares para la instalación de 520 señalizaciones. Sin embargo, 34 de estas señalizaciones que están en Quito, no funcionan.
Para que los vehículos sepan en qué momento estará cruzando un ferrocarril es necesario que tres motociclistas acompañen a la locomotora para evitar que se crucen peatones, vehículos y ciclistas y así evitar accidentes de tránsito. Esto genera malestar entre los conductores y peatones ya que insisten en que no es seguro.
En las zonas de la Villa Flora, El Recreo, San Bartolo, Mayorista, Guajaló y Beaterio, las barreras que se construyeron para obstruir el tránsito vehicular al momento están inmóviles. Los moradores de estos barrios afirman que hasta el momento no saben cómo funcionan las señalizaciones y que muchas veces, cuando pasa una locomotora, no se alcanza a escuchar ninguna advertencia y que tampoco se encienden luces para avisar al momento que pasa el tren.
En el 2009, se reanudó la operación del tren en Quito y desde entonces es un medio de transporte más visible, por lo que las autoridades consideran oportuno que la circulación de motociclistas, paralelamente con la llegada del tren, es necesaria. Por su parte, para los conductores y peatones no es ninguna garantía ya que existen vehículos que muchas veces no respetan las señales de tránsito y se cruzan, lo que en algún momento podría causar accidentes.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas comunicó que, durante este año, mientras culmina la rehabilitación de la vía férrea, se seguirá usando motociclistas para advertir el paso del tren, especialmente en el tramo Quito – El Boliche, que es en donde la señalética no opera. Este medio de transporte va desde Quito hasta El Boliche y Quito – Guayaquil. En promedio, se movilizan 30 000 y al menos existe circulación cinco días a la semana, por lo que es necesario implementar medidas para no subutilizar la señalética y que brinde seguridad a quienes circulan por estas zonas.