«Luciana Ñ., mujer waorni que sufrió heridas graves tras un ataque con lanzas, retorno hoy a su poblado Baameno, en la Amazonía ecuatoriana», publicó la Fiscalía en su cuenta de Twitter.
Agregó que Caiga Baihua, esposo de la mujer, falleció en el ataque, ocurrió el 25 de enero, aparentemente mientras iban en canoa por el río Shiripuno entre Baameno y Shiripuno.
Según la Fiscalía, la mujer waorani fue rescatada y trasladada en helicóptero a un hospital en la provincia de Orellana donde lograron estabilizarla, para llevarla el 26 de enero a otro hospital público de Quito «para garantizar su recuperación, a través de los servicios especializados».
La Fiscalía señaló en enero que, según versiones de indígenas waorani, el cuerpo del fallecido fue trasladado por sus familiares a su comunidad, Boanamo
El pasado 2 de febrero, colectivos de ecologistas y abogados dijeron que buscan la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para evitar que la muerte de Caiga Baihua y las heridas causadas a Luciana Ñ., presuntamente a manos de aborígenes no contactados, pueda derivar en una venganza.
Así lo informó Ramiro Ávila, abogado del colectivo Yasunidos, en una rueda de prensa, al comentar que el pasado 27 de enero enviaron a la CIDH información sobre el mencionado ataque a indígenas.
«Esperamos que la Comisión Interamericana se pronuncie y mande al Estado, ordene al Estado, tomar todas las medidas efectivas para prevenir otra posible masacre», dijo Ávila.
El abogado recordó que en 2013, tras la muerte de dos waoranis, presuntamente a manos de indígenas no contactados, los primeros posteriormente se armaron, entraron a la selva y supuestamente mataron a miembros de la etnia taromenane, en aislamiento.
«Ahora podría suceder algo parecido si es que no se previene esto», declaró Ávila.
