La Unión Europea se ha fijado, hasta el 2050, el objetivo de tener una economía con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. Esta meta constituye el núcleo del Acuerdo Verde Europeo y está en línea con el compromiso comunitario de aumentar la acción climática global en relación con los compromisos del Acuerdo de París. Por este motivo, el camino hacia la descarbonización marcará los pasos del sector empresarial este 2022.
Varias industrias ya han iniciado los procesos de transición pero aún queda mucho por recorrer y la falta de conocimiento sobre cómo avanzar constituye un gran desafío. En este sentido, este año se dejará de hablar solo de tecnologías para afrontar este reto de forma global, desde la planificación hasta el análisis de la estrategia.
Las claves hacia la descarbonización pasarán por el compromiso con las cero emisiones netas, el alcance 3 de la huella de carbono, la neutralización, las energías renovables y la electrificación y la visión integral de los retos ambientales, entre otros aspectos.
Según un estudio del Centro Tecnológico CIRCE, las previsiones apuntan a que los precios de la energía seguirán demasiados altos durante 2022. Esta será, sin duda, una de las tendencias energéticas más persistentes. Entre los factores que inciden en los pronósticos destacan, la situación del mercado energético, pero también la geopolítica.
Otro factor clave será la movilidad sostenible. 2022 será el año en el que la industria automovilística comenzará a poner sus planes de descarbonización en funcionamiento. Con esto tiene que ver el nuevo vehículo eléctrico aprobado por el Gobierno español y avaluado en 2.975 millones de euros.
Las Smart Cities no se quedan atrás y han llegado para quedarse. Lo harán combinando tecnologías con información para reducir el impacto ambiental y los costes de la energía.
Iluminación regulada para mejorar la eficiencia energética, tarjetas inteligentes para el ciudadano, sistemas de movilidad sostenible, una gran variedad de aplicaciones para interactuar con la ciudad, y el suministro inteligente del agua y la energía son algunas de las aplicaciones que pueden englobarse en una Smart City.
Estas son algunas de las tendencias energéticas que marcarán el 2022 de quienes apuestan por impulsar un mundo cada vez más sostenible.
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