Dos millones de niños y niñas han tenido que huir de Ucrania a medida que la guerra se intensifica con Rusia. Frente a esto, la directora ejecutiva de la UNICEF, Catherine Russell, aseguró que conforme aumenta la población infantil que abandona sus hogares, hay que recordar que todos y cada uno de ellos necesitan protección, educación, seguridad y ayuda.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la ACNUR, los niños y las niñas suponen la mitad del total de refugiados de la guerra de Ucrania. Más de 1,1 millones de niños han llegado a Polonia, mientras que cientos de miles se han dirigido a Rumania, Moldova, Hungría, Eslovaquia y la República Checa.
Frente a este tema, la UNICEF sigue alertando del elevado riesgo que corren los infantes de convertirse en víctimas de la trata de personas y la explotación. Con el objetivo de reducir los peligros a los que se enfrentan, la UNICEF, ACNUR y los aliados del gobierno y la sociedad civil están ampliando los “puntos azules” en los países que acogen a refugiados, entre ellos Moldova, Rumania y Eslovaquia. Estos puntos son espacios seguros que sirven de parada para proporcionar información a las familias que viajan, facilitar la identificación de los niños no acompañados y separados, protegerlos contra la explotación y ofrecer acceso a los servicios básicos.
Según estimaciones de UNICEF, más de 2,5 millones de niños y niñas se han desplazado internamente en Ucrania. Mientras que, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha constatado que más de 100 niños han muerto durante el conflicto, mientras que 134 han resultado heridos. Sin embargo, es probable que la cifra real sea mucho más alta.