Para el Ciespal, Assange representa también «cómo la programación y el conocimiento de los entresijos de la red pueden hacer tambalear gobiernos y desenmascarar procesos monopólicos de recolección de información privada para beneficio comercial».
El papel del periodista australiano ha revelado la existencia de «ámbitos desconocidos para los ciudadanos» en el mundo de la informática y las redes digitales, indicó el centro de estudios en un comunicado.
La cátedra Julian Assange se concibe como «un espacio de reflexión, expresión y construcción del pensamiento crítico en el campo de la tecnopolítica y cultura digital», agregó al señalar que abordará las modificaciones técnicas, culturales, materiales y sociales del ámbito tecnológico y mediático.
Ello en el contexto de la «hiperindustrialización de la cultura que ha afectado los planos simbólicos, materiales y subjetivos de la existencia humana» y de la «tecnologización» de los entornos.
La cátedra tendrá como ejes de investigación la gobernanza y la ciudadanía digital; la apropiación social de las tecnologías; las prácticas de «net-activismo»; la cibercultura y, por otro lado, la infancia, la juventud y las tecnologías.
El periodista australiano, refugiado en la legación diplomática ecuatoriana desde 2012 para evitar su extradición desde Reino Unido a Suecia, es objeto de una investigación preliminar en este país nórdico por un caso de supuesta violación menor.
La intención del periodista, de 44 años, es evitar la extradición al país escandinavo, porque teme ser enviado después a Estados Unidos, donde podría afrontar un juicio militar por los secretos sobre la seguridad estadounidense revelados por WikiLeaks.