Snap marcó su mayor descenso desde que salió a bolsa en marzo de 2017. La compañía decepciona con sus resultados y frena el ritmo de contrataciones. El desplome se extendió a otras tecnológicas.

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El desplome de Snap, la matriz de la red social Snapchat, arrastra a los principales índices de Wall Street. La caída de casi el 40% en los títulos de esta compañía afecta sobretodo a las tecnológicas, como Alphabet -propietaria de Google-, Twitter o Meta, que obtienen una parte de sus ingresos gracias a la publicidad. La más castigada de este grupo es Pinterest. Como consecuencia de ello el Nasdaq, que agrupa los valores tecnológicos ha llegado a ceder más del 3%.

El derrumbe de Snap se produce después de que la compañía haya rebajado sus previsiones de resultados para el segundo trimestre del año, ante un entorno macroeconómico que «se ha deteriorado más rápido de lo previsto”. De acuerdo con el CEO de la empresa, se están enfrentando, al igual que otras firmas, al aumento de la inflación y de las tasas de interés, a los problemas de las cadenas de suministro y a las interrupciones laborales, a los cambios en las políticas de la plataforma y al impacto de la guerra en Ucrania.

Snap se benefició de un aumento en el uso de su aplicación Snapchat durante la pandemia, cuando la gente buscaba entretenimiento y conexión desde sus casas. Ahora, cuando la gente vuelve a trabajar de manera presencial, se tambalea por la misma combinación de presiones económicas que también enfrentan sus competidores.

La previsión de la compañía para el segundo trimestre, de un 20% a un 25% de crecimiento interanual de los ingresos anuales, ya estaba por debajo de las estimaciones de los analistas.

Todas las plataformas están compitiendo por el dinero de la publicidad en un momento difícil. Los anunciantes se enfrentan a una economía inestable, así como a los recientes cambios en la privacidad, como las restricciones de rastreo de Apple Inc., que han frenado negocios que estaban en auge durante gran parte de la pandemia.