El cortisol es una de las hormonas que más se asocia al estrés. Su correcto funcionamiento garantiza que haya más glucosa en la sangre, y así incrementar las fuentes de energía para reducir la inflamación, controlar la presión arterial y principalmente, responder a los niveles de estrés que pueden presentarse en las personas.
Cualquier desbalance en este aspecto, se relaciona directamente con enfermedades como la depresión, obesidad, diabetes, cardiopatías u otros diagnósticos críticos.
Con esto en cuenta, científicos parecerían haber encontrado señales de alerta temprana, sobre enfermedades causadas por niveles disfuncionales en hormonas del estrés. Y es que investigadores de la Universidades Bristol y Birmingham en Reino Unido, y el instituto Bergen en Noruega, desarrollaron un dispositivo capaz de mediar los cambios hormonales en una persona, mientras realiza tareas cotidianas a lo largo del día.
Este objeto se lo coloca alrededor de la cintura, y cada 20 minutos, toma muestras de forma indolora debajo de la piel, sin la necesidad de extraer sangre. Esto se lo puede hacer, durante un máximo de 72 horas, mientras el paciente trabaja, realiza ejercicio e incluso mientras duerme.
La tecnología utilizada es un seguimiento de los niveles de esteroides suprarrenales, para proporcionar información de los cambios en los niveles hormonales. Un seguimiento realizado a más de 200 voluntarios sanos, revelaron marcadores dinámicos para definir las características de un perfil saludable en función del sexo, edad y el índice de masa corporal.
Todo esto podría constituir las bases para nuevos y mejores métodos para diagnosticar este tipo de enfermedades, en una fase más temprana, y que en la actualidad se consiguen mediante la toma de muestras de sangre que puede resultar tediosas, incómodas y estresantes para los pacientes.
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