Argolandia era una de las más grandes incógnitas de la geología y ahora ha sido resuelta.
Se trata de un pedazo enorme de tierra, de unos 5.000 kilómetros de largo, que se desprendió del occidente de Australia, cuando ese país formaba parte del antiguo supercontinente de Gondwana, junto con Sudamérica, África, India y la Antártida.
Los científicos sabían de su existencia porque habían hallado huellas de su separación de Australia.
Ahora, los geólogos neerlandeses resolvieron el misterio: resulta que no hay una gran masa de tierra llamada Argolandia porque ese continente, tras separarse, se fragmentó y se convirtió en un archipiélago.
Una parte se hundió y hoy está bajo el sudeste asiático, en la forma de placas océanicas. Aunque también hay pedazos de este escurridizo continente «bajo las verdes selvas de gran parte de Indonesia y Myanmar», según la investigación publicada en la revista científica Gondwana Research.
Una vez que los investigadores entendieron que Argolandia no se había preservado como una masa sólida, sino que se había transformado en una serie de microcontinentes separados por el fondo del océano, se dedicaron a la tarea identificar cada sector.
También acuñaron un nuevo nombre que define de una forma más precisa la geología actual del continente. Este es «Argopiélago».
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