Tras reiterar su inocencia durante casi cinco años, la cantante Shakira -quien la semana pasada ganó tres premios en los Grammy Latinos- alcanzó este lunes un acuerdo con la Justicia española y evitó ir a la cárcel por fraude fiscal.
La intérprete de «Ciega, sordomuda» estaba acusada de haber defraudado al fisco en España entre 2012 y 2014, al no pagar 14,5 millones de euros en impuestos simulando vivir fuera de ese país. Por ello arriesgaba ocho años y dos meses de cárcel, además de una multa de 24 millones de euros.
Sin embargo, el juicio que habría incluido más de 100 testigos y durado semanas, se resolvió en apenas ocho minutos, luego de que Shakira señalara con un «sí» al juez que presidía el caso, José Manuel del Amo, que reconocía los cargos en su contra y que aceptaba el acuerdo con la fiscalía.
Según este, la artista deberá pagar más de 7 millones de euros y cumplir tres años de prisión. No obstante, esta última condena se modificó por el pago de 432.000 euros, 400 euros por cada día que debía pasar entre rejas.
«Tengo que escoger mis batallas»
Mientras pronunciaba ante la Audiencia de Barcelona unas breves palabras para ratificar el acuerdo, su agencia de comunicación emitía un comunicado en el que Shakira cargaba una vez más contra el fisco en España.
Además de atender el pedido de sus hijos, la artista sostiene que así también evita el «desgaste» de un proceso penal largo a «una cantante de prestigio internacional» con el consiguiente «impacto» mediático.
Aunque estaba preparada para defender su «inocencia», en vez de pelear «hasta el final» opta por mirar «hacia adelante» sin que sus hijos tengan que verla en el banquillo.
«Tengo que escoger mis batallas y la más importante para mí ahora es hacer todo para que mis hijos vivan una vida plena y enfocarme en lo que es realmente importante: verlos crecer y pasar tiempo con ellos», subraya el comunicado.