La actriz estadounidense Emma Stone, “difícil de encasillar” según sus colegas, alzó la noche de hoy el premio de la Academia a la mejor actriz, el segundo de su carrera, por su actuación en el largometraje de Yorgos Lanthimos Pobres criaturas.
Stone, de 35 años, subió al escenario lamentándose por su vestido roto, lo que, sospechaba, ocurrió durante la interpretación de I’m Just Ken, del actor Ryan Gosling, quien participaba en la categoría a mejor canción por Barbie.
Llorando, temblando e hiperventilando, se dio la vuelta para que todos apreciaran que parte de su nerviosismo se debía al accidente de vestuario; agradeció a sus otras compañeras y a las actrices que la presentaron, Sally Field, Jessica Lange, Charlize Theron, Jennifer Lawrence y Michelle Yeoh. Tuvo que hacer una pausa para retomar el hilo de su discurso, siguiendo los consejos de Lanthimos.
“No se trata de mí, se trata de un equipo que se unió para hacer algo más maravilloso que la suma de sus partes, es lo mejor de hacer películas. Gracias, Yorgos, por darme el regalo de una vida”. En vez de irse inmediatamente, saludó a su familia, en especial a su hija de tres años, de su matrimonio con Dave McCary.
La artista ya había recibido un Oscar en 2016 por su papel en el musical La La Land, de Damien Chazelle, que protagonizó con Gosling.