El equipo investigador realizó un primer ensayo en ratones, utilizando células de piel, para alterar óvulos que pueden ser fertilizados y crear un embrión que contenga la misma carga genética, tanto del donante de la piel, como del espermatozoide.
La idea es que, a largo plazo, parejas del mismo sexo puedan tener un hijo, ya sean hombres o mujeres que no pueden producir óvulos por su avanzada edad.
El procedimiento en los animales siguió tres pasos. Primero, se despojó a un óvulo de ratón de su núcleo. Luego se trasplantó el núcleo de célula de piel del animal, al del óvulo. Esto hizo que la célula de piel descartara la mitad de sus cromosomas.
Finalmente, mediante la fertilización in vitro, obtuvieron como resultaron un embrión sano, y compuesto por dos paquetes de cromosomas.
Este procedimiento se convertiría en una opción más simple que la que se trabaja en laboratorios en varias partes del mundo, y en las que las células de piel se reprograman completamente para transformarlas en óvulos o espermatozoides.
Si bien esto le da a los especialistas una guía e información vital para el proceso, aclaran que pasarán varios años hasta antes de que la técnica pueda implementarse en seres humanos, y sobre todo llevar a cabo el proceso de la manera más natural posible.
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