Uno de los primeros hitos corresponde a la fuga de más de 3.600 internos de la cárcel regional de Puerto Príncipe, capital de Haití. Dicha cifra equivale a más del 97% de personas que permanecían recluidas dentro del centro penitenciario. Esto se dio, tras la incursión armada de bandas criminales en el establecimiento, donde doblegaron a los guardias que custodiaban el sitio.
El escape marcó un punto de inflexión en la crisis de inseguridad que vive el país caribeño, sin embargo, la situación empeoró.
Entre los principales responsables de la ola de violencia es Jimmy Chérizer, alias ‘Barbecue’, uno de los líderes de mayor influencia dentro ciertas pandillas, que, según la ONU, controlan más del 80% de la capital haitiana, mientras se disputan el poder en el 20% restante. Fue él mismo quien presionó al primer ministro Ariel Henry a dejar su cargo, bajo la amenaza de empeorar la situación de inseguridad.
«Si la comunidad internacional sigue apoyando a Ariel Henry, nos llevarán directamente a una guerra civil que acabará en genocidio», sostuvo Cherizier, a lo que días después el primer ministro renunció.
Tras su dimisión, deberá establecerse un consejo presidencial de transición que, a su vez, elegirá al próximo ministro interino. Este incluirá a dos observadores y siete miembros con derecho a votar, entre los que se encontrarán representantes de distintas agrupaciones políticas, el sector privado y la sociedad civil.
Frente a esto, la Unión Europea destinó más de USD 21 millones en ayuda humanitaria a Haití. Con esto, se brindará asistencia alimentaria, nutrición, agua y saneamiento, en medio de la crisis de violencia que vive el país caribeño.
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