La moción fue aprobada con 14 de los 15 votos dentro del Consejo, con la sorpresa de una abstención por parte de Estados Unidos. La embajadora de ese país ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, señaló que su postura responde a que no estuvieron de acuerdo con la totalidad de la propuesta.
Frente a esto, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, resaltó que no se acogerán a un cese al fuego, a pesar de la resolución del Consejo. «Israel destruirá a Hamás y seguirá luchando hasta que el último de los rehenes regrese a casa», sostuvo a través de sus redes sociales.
Por su parte, el grupo extremista Hamás, anunció que se mantendrá en la retención de rehenes, hasta que Israel acceda al fin de la ofensiva y la liberación de líderes militares importantes.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también se pronunció sobre este hecho, e instó a los frentes implicados a acogerse a esta resolución y enfatizó que, no hacerlo sería «un fracaso imperdonable».
Previo a la votación, dos asesores del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, tenían planificada una visita a Estados Unidos para abordar temas relacionados al conflicto, sin embargo, ante la posición del país norteamericano en el Consejo, el viaje fue cancelado.
La resolución exige un alto inmediato al fuego durante el mes de Ramadán, la liberación de rehenes y la declaración de urgencia para enviar ayuda humanitaria a Gaza, en más de cinco meses de conflicto.
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