Los arrestos se produjeron después de una investigación de meses por parte de la fiscalía general, sobre los riesgos de explotación sexual de niños en Facebook e Instagram. La investigación también formó la base de una demanda contra Meta, presentada en diciembre, en la que se acusa al gigante tecnológico de crear un «caldo de cultivo» para depredadores infantiles.
De su lado, Meta ha rechazado los reclamos de la demanda y afirma que ofrece decenas de herramientas de seguridad para niños y padres.
Como parte de la investigación, la Oficina del Fiscal General creó múltiples perfiles falsos de Facebook e Instagram haciéndose pasar por niños, a los que, según la demanda, se les ofrecía contenido sexualmente sugestivo y, en algunos casos, otros usuarios los instaban a enviar contenido pornográfico de ellos mismos.
Las cuentas falsas de los niños también fueron supuestamente contactadas y solicitadas para tener relaciones sexuales con los tres hombres adultos de Nuevo México cuyos arrestos fueron anunciados por el fiscal general el pasado miércoles. Dos de los tres hombres fueron arrestados en un motel, donde supuestamente creían que se reunirían con una niña de 12 años, según sus conversaciones con las cuentas señuelo.
“Esto es culpa de (el CEO de Meta) Mark Zuckerberg”, dijo el fiscal estatal de Nuevo México, Raúl Torrez, en una conferencia de prensa en la que anunció los arrestos. «Esto es culpa de una empresa que tiene recursos extraordinarios a su disposición y ha optado una y otra vez por anteponer las ganancias a los intereses de los niños».
Uno de los hombres de Nuevo México arrestados esta semana, Fernando Clyde, de 52 años, supuestamente agregó como amigo a una de las cuentas infantiles falsas del fiscal estatal en Facebook e inició una conversación en febrero. “Durante la conversación, Fernando le envió fotos de sus partes íntimas y le habló de tener relaciones sexuales”, señala un comunicado de la Fiscalía General de la Nación.
La investigación indica «que el uso de las plataformas de redes sociales de Meta no solo pone en peligro a los niños en el mundo virtual sino, más importante aún, son espacios que los depredadores sexuales utilizan activamente para cazar, preparar y victimizar a los niños en el mundo real».
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