Estas son algunas de las conclusiones del informe anual sobre el narcotráfico, enviado hoy por el Departamento de Estado de EE.UU. al Congreso estadounidense para su consideración:
BOLIVIA
Estados Unidos señala que ese país ha «fracasado de manera demostrable» a la hora de cumplir sus obligaciones internacionales en la lucha contra la droga, algo de lo que el Gobierno estadounidense acusa a La Paz año tras año desde 2008.
La determinación, expresada por el presidente Barack Obama en septiembre, supone que EE.UU. no concederá al país andino ningún tipo de asistencia que no sea «humanitaria o para la lucha contra el narcotráfico», lo que reduce sustancialmente el tipo de ayuda económica que puede recibir La Paz.
EE.UU. justifica esa decisión por lo que considera «insuficientes esfuerzos de las autoridades para frenar y desmantelar a las organizaciones narcotraficantes, y los poco adecuados controles bolivianos para prevenir que los cultivos de coca ‘legales’ alimenten la producción ilícita de cocaína».
«Bolivia es el tercer mayor productor de cocaína en el mundo y sigue siendo una zona significativa de tránsito para la cocaína peruana», sostiene el informe.
Estados Unidos estima que los cultivos de coca aumentaron en 2014 en 35.000 hectáreas, un aumento del 30 % desde 2013; y sostiene que el 40 % de la producción de esa hoja va a parar a mercados ilegales.
El informe asegura que Bolivia sigue «promocionando el uso de la coca en otros países al no prohibir la exportación de la hoja de coca para que la consuman los bolivianos que residen en Argentina», y afirma que eso contradice la convención sobre drogas de la ONU.
Estados Unidos insta a Bolivia en el informe a aprobar unas nuevas leyes contra el narcotráfico que se están debatiendo en el país y que aumentarían la supervisión sobre los cultivos de coca.
El Departamento de Estado considera que, desde que Bolivia decidió expulsar en 2009 a todos los agentes del Departamento Estadounidense Antidroga (DEA), ha perdido buena parte de su capacidad de identificar, investigar y desmantelar grupos narcotraficantes.
VENEZUELA
Desde hace alrededor de una década, Estados Unidos acusa también cada año a Venezuela de haber «fracasado de manera demostrable» a la hora de cumplir sus obligaciones internacionales en la lucha contra la droga.
A pesar de ello, y al contrario que en el caso de Bolivia, Obama sí determinó que está en el «interés nacional» de EE.UU. autorizar asistencia económica de cualquier tipo a Venezuela para este año, incluidos programas de «apoyo a la democracia y los derechos humanos».
Según el Departamento de Estado, Venezuela siguió siendo en 2015 uno de los principales países de tránsito de drogas en el mundo, debido a «su porosa frontera occidental con Colombia, su débil sistema judicial, su esporádica cooperación internacional contra el narcotráfico y su entorno permisivo y corrupto».
«En 2015, los narcotraficantes hicieron pasar por Venezuela una cantidad aún mayor de marihuana cultivada en Colombia y dirigida sobre todo a las islas del Caribe», indica el informe, que cita la marihuana como la droga más consumida en el país andino.
PERÚ
Perú sigue siendo el mayor productor de cocaína del mundo y el segundo país con más cultivos de coca, con unas 46.500 hectáreas dedicadas a ello en 2014, el último país del que se tienen datos, según el informe estadounidense.
La mayor parte de la cocaína producida en Perú se envía a Europa, Estados Unidos, Asia Oriental, México y África, según el Departamento de Estado, que elogia la «gran voluntad política» del Gobierno de Ollanta Humala para combatir el narcotráfico.
El consumo doméstico de drogas ilícitas está creciendo en Perú, «particularmente en ciudades de medio tamaño al este de los Andes donde ocurre buena parte de la producción de drogas, y en ciudades costeras donde vive la mayor parte de la población», y no hay centros de tratamiento suficientes, según el informe.
COLOMBIA
Colombia es uno de los principales países productores de cocaína, heroína y marihuana en el mundo, según el informe, que recuerda que la producción potencial de cocaína pura en el país creció un 30 % en 2014 hasta las 245 toneladas métricas, 60 más que en 2013.
«Este ascenso se atribuye al mayor aumento registrado en un solo año en el cultivo de cocaína en Colombia en más de una década», apunta el Departamento de Estado, que estima que el área dedicada a ese fin aumentó un 39 % en 2014, hasta las 112.000 hectáreas, pero no tiene datos sobre 2015.
EE.UU. alaba los esfuerzos del Gobierno de Juan Manuel Santos contra el narcotráfico, que «probablemente han evitado que cientos de toneladas métricas lleguen a Estados Unidos y otros mercados cada año, y han ayudado a estabilizar Colombia».
Además, considera que un acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) implicará «nuevas oportunidades, retos, enfoques, herramientas y recursos para las actividades de control de drogas, seguridad rural y desarrollo económico» en el país.
ECUADOR
Situado entre dos de los mayores productores de cocaína del mundo -Perú y Colombia-, Ecuador es «uno de los países por los que más drogas ilegales transitan» de camino a Estados Unidos y Europa.
EE.UU. recuerda que su ayuda económica a Ecuador ha bajado considerablemente en los últimos años y que, por tanto, el Gobierno de Rafael Correa «tendrá que dedicar más fondos a los esfuerzos contra el narcotráfico para afrontar los crecientes retos», en particular para mejorar las capacidades de policías y militares.
«Alentamos encarecidamente a Ecuador a convertir en una alta prioridad la interdicción de drogas ilícitas y el control de las sustancias precursoras de estupefacientes, tanto en tierra como en el mar», indica el informe.
Además, afirma que el consumo doméstico de drogas está creciendo y que las «instalaciones de tratamiento al público son insuficientes para tratar» a quienes están adictos a las sustancias.