«Estamos dispuestos a colaborar y asumir nuestra parte de responsabilidad dentro de un plan común europeo», declaró Rama en una rueda conjunta de prensa con la Alta Representante para los Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.
El jefe del Gobierno albanés recalcó que la crisis de los refugiados no es un desafío ni de Grecia, ni de Italia, ni de los Balcanes, tampoco de Albania, sino es un reto de la Unión Europea.
Al mismo tiempo, destacó que Albania es un país pequeño que «no tiene ni el poder, ni el delirio de salvar sola Europa y el mundo».
«No abriremos las fronteras ni levantaremos muros», dijo Rama tras reunirse con Mogherini, que se encuentra hoy de visita en Tirana.
Rama hizo estas declaraciones después de que Mogherini en una intervención en el Parlamento solicitara la colaboración de Albania en el tema de los refugiados.
«Tenemos que trabajar juntos estrechamente en este asunto», dijo.
«La crisis de los refugiados ha afectado a Albania solo a una escala limitada, pero vemos que rápidamente pueden abrirse nuevas rutas, los primeros indicios ya existen», indicó la jefa de la diplomacia europea en su intervención.
Evocó la historia de Albania, en la que la convivencia religiosa sirve de buen ejemplo para todo el mundo.
Albania es un país de 2,8 millones de habitantes, cuya mayoría pertenece a la fe musulmana y el resto está formado por católicos y ortodoxos.
También recordó la masiva ola migratoria de los albaneses en 1990 hacia Italia, para escapar de una feroz dictadura comunista, y subrayó que ahora la mayoría de aquellos emigrantes contribuyen al bienestar de sus familias y de la sociedad italiana.
«Personalmente he reiterado muchas veces que no es el extraño el que quiere dividir nuestras sociedades, sino el miedo a lo extraño y la falta de las capacidades para gestionar la diversidad en nuestras sociedades», señaló Mogherini ante los diputados.
El cierre de la frontera macedonio-griega donde permanecen bloqueados más de 10.000 refugiados y migrantes aumenta el riesgo de que busquen nuevas rutas en su travesía hacia el norte de Europa, como por ejemplo a través de Albania, territorio que les serviría de paso para llegar en lanchas a Italia o por tierra a Montenegro.
De momento Albania no forma parte de la llamada ruta balcánica de los refugiados y migrantes.
La diplomática italiana solicitó también a Albania que apruebe la reforma judicial, para así «abrir el camino» a una recomendación positiva de la Comisión Europea para iniciar las negociaciones de adhesión a la UE.
Albania, miembro de la OTAN, tiene el estatus de país candidato de adhesión a la UE desde 2014.