El Tesla Bot tiene una forma humanoide, con una altura de 1.73 metros y un peso de 56 kilogramos. Está equipado con 40 actuadores electromecánicos que le permiten moverse con agilidad, levantar hasta 20 kg y realizar tareas físicas que normalmente harían los humanos.
Su estructura, ligera y flexible, le permite interactuar con herramientas y entornos humanos de forma segura y eficaz.
Uno de los aspectos más innovadores del robot es su sistema de inteligencia artificial, que comparte la tecnología de los vehículos autónomos de Tesla. Gracias a sus cámaras integradas y sensores avanzados, el Tesla Bot es capaz de «ver» y adaptarse a su entorno, ejecutando diferentes tareas con precisión.
Aunque inicialmente fue diseñado para realizar trabajos peligrosos, tediosos o repetitivos, como labores en fábricas, Tesla tiene planes de ampliar sus funciones en el futuro.
Se espera que el robot pueda realizar tareas domésticas, como hacer compras o cuidar a personas mayores, contribuyendo a facilitar la vida diaria de muchas personas.
El lanzamiento del Tesla Bot marca un hito en la evolución de la robótica y la inteligencia artificial. Si bien es pronto para predecir su impacto total, Tesla está allanando el camino hacia un futuro en el que la automatización transformará tanto la movilidad como las tareas cotidianas y el panorama industrial.