«Muchos europeos y asiáticos que visitan Latinoamérica no vienen solo a Ecuador», sino a varios países, por lo que «pueden ver potencialmente este tipo de inseguridades como algo propio» de la región, dijo el vicepresidente de la institución, Diego Vivero, en una entrevista con Efe.
El asesinato de las argentinas Marina Menegazzo (21 años) y María José Coni (22), dos jóvenes turistas desaparecidas el 22 de febrero en el enclave turístico de Montañita, ha abierto en Ecuador un debate sobre el modelo turístico y su relación con la seguridad y, para Vivero, es un tema que debe preocupar a toda Latinoamérica.
Para Fenacaptur, organismo que, según Vivero, agrupa a unas 5.000 empresas de los sectores relacionados con el turismo en ese país andino, las autoridades deben intensificar el control y la regulación de la actividad turística para reducir la informalidad.
«Lo que le pedimos a las autoridades es que no crean que la solución está solo en incrementar el número de efectivos de la Policía», porque eso es atacar las consecuencias, sino que vayan «a los problemas reales, que mucho tienen que ver con la informalidad en el trabajo», señaló el también presidente de la Cámara Provincial de Turismo de Pichincha.
En su opinión, «el turismo de bajo costo a veces implica alto riesgo», por lo que, junto con la presencia de autoridades que hagan cumplir las reglas de la actividad turística, es esencial que los visitantes dispongan de información adecuada sobre los lugares en que se hospedan, dónde comen o con qué empresa contratan una excursión.
Vivero reconoció que también el sector turístico privado debe hacer un esfuerzo de capacitación de sus profesionales para que regularicen su actividad y sepan orientar de forma adecuada a los viajeros.
El sector turístico privado es crítico con el modo en que el Gobierno ha manejado el caso de las turistas argentinas asesinadas y en cómo se difundieron las informaciones sobre el suceso desde el Ministerio del Interior, con «declaraciones que fueron apresuradas, poco atinadas», dijo Vivero.
El Ministerio del Interior anunció el 29 de febrero la captura de dos hombres y calificó a uno de ellos autor confeso del crimen, si bien familiares de las víctimas han expresado dudas sobre esta versión y han apuntado la posibilidad de que una red de trata de personas estuviera involucrada en los asesinatos.
«Yo creo que no se manejó bien desde el Gobierno, este es un sentimiento del sector turístico», agregó, e indicó que el tema «se manejó en función de la rapidez, más que de la calidad de la investigación».
El presidente ecuatoriano, Rafael Corea, quien ha rechazado versiones que apuntan a una alta inseguridad en el país y ha señalado que este tipo de sucesos ocurren en todo el mundo, ha reiterado que las primeras investigaciones apuntan a un crimen de delincuencia común.
El mandatario dijo el jueves que no imagina de dónde ha surgido la idea de una supuesta red de trata de personas, aunque indicó que, en todo caso, las investigaciones prosiguen.
Según el dirigente turístico, Argentina es el cuarto país latinoamericano del que más visitantes llegan a Ecuador tras Perú, Colombia y Venezuela y en 2015 unos 60.000 argentinos arribaron a la nación andina, con estancias promedio de una semana y un gasto medio de unos mil dólares.
«El día de mañana», dijo Vivero, «Montañita será un lugar mucho más seguro de lo que era antes de que esto pasara» y, aunque consideró «triste que haya tenido que pasar algo así para que las autoridades reaccionen», confió en que «finalmente el mensaje al mundo sea que Ecuador reaccionó positivamente» y en que los visitantes lo perciban así.